La Cámara de Procultivos de la Andi capacitó en 2015 a 5.000 productores de todo el país en el uso sostenible de los agroquímicos. Para este año espera superar la cifra.   “Dentro del programa de Mentes Fértiles tenemos Andragogía, con el que se busca la autoreflexión en el agricultor, porque le mueve el piso y le deja clarísimo el mensaje del uso de agroquímicos. Si se manejaran bien este tipo de insumos, el nivel de productividad podría aumentar sustancialmente y los costos se reducirían”, indicó María Helena Latorre Castañeda, directora ejecutiva de la Cámara de Procultivos de la Andi.   Según la vocera, si el agricultor usara “la dieta” que requiere el suelo, el cultivo podría producir más; si se habla de semillas o de granos, sería de una tonelada, aproximadamente, “solamente se va a invertir en lo que es, no más”. (Lea: Plaguicidas y fertilizantes, los de más peso en canasta de costos)   Latorre afirmó que en el campo hay ciertas enseñanzas que han pasado entre generaciones, lo que ha hecho que el productor de hoy tenga prácticas que no vayan a favor de la producción sostenible. Es por ello que en 2015 se iniciaron capacitaciones con agricultores de más de 30 años de edad en las diferentes regiones del país.   “El escenario para que aprenda el campesino debe cambiar. Una universidad en Canadá indica que si se bombardea con información a los estudiantes de medicina, no se tendrán buenos profesionales. Lo mismo pasa con los campesinos, ya no son una esponja para absorber información, ellos ya están formados y creen saberlo todo, entonces con ellos se implementan otras estrategias de enseñanza”, enfatizó la vocera de la entidad.   Por ello, con este programa se buscan establecer nuevas metodologías de aprendizaje como dramatizados, ejercicios de lógica, trabajos de inteligencia múltiple, que deben ser entendidos como la remoción del conocimiento previo por la sustitución de nueva información, que beneficiará al cultivo y a la sociedad. (Lea: La asistencia técnica debe pasar del papel a la acción, según la SAC)   “Nosotros empezamos a probar esta metodología en 2015, de tal manera que llegamos a 5.000 agricultores y tomamos muestras aleatorias para someterlos a las certificaciones en la aplicación de plaguicidas, esto significa que el hielo sí se rompe y se cambian los paradigmas en el sistema de producción. Este tipo de iniciativas sirven a nivel latinoamericano y está comprobado”, añadió Latorre Castañeda.   Para este año, la entidad prevé llegar al mismo número de productores capacitados y para ello se hace extensiva la invitación a entidades públicas y privadas para que hagan parte de esta iniciativa que contribuye con el fortalecimiento de la agricultura nacional, el medio ambiente y la sociedad.   “Nosotros tenemos unos recursos y las entidades tienen otras, si nos unimos ampliamos el espectro, vale la pena expandirla por todo el país”, puntualizó la vocera. (Lea: El campo requiere de un ejército de profesionales y técnicos)   Si usted está interesado en hacer parte de esta iniciativa, comuníquese al teléfono (57 1) 326 85 00 extensión: 2239.

(Cortesía: Cámara de Procultivos de la Andi)