Amponio Contrabandini y su 'promosión' de pollo' barato

A bordo de un Renault 4 oxidado este personaje le explica a los habitantes de Norte de Santander los perjuicios sanitarios que tiene consumir pollo de contrabando.

En las principales plazas de mercado de Norte de Santander se encuentra Amponio Contrabandini. A bordo de su Renault 4, y con megáfono en mano le habla a la gente. Vocifera alegremente que vende el mejor pollo de la zona, uno de alta calidad, a bajo precio y en ‘buenas condiciones’. Al escucharlo, los habitantes de la región se acercan curiosos para ver de cerca el maravilloso producto.

Amponio aprovecha entonces para abrir el baúl de su automóvil, lleno de óxido de metal y carne y sin condiciones idóneas para transportar alimentos, y les revela a los potenciales compradores que el pollo que ofrece es de Venezuela y que el precio es muy bajo. La sorpresa no es menor para quienes a pesar de las adversas condiciones manifiestan su interés en el producto: el pollo es de plástico. Contrabandini toma una actitud más seria y en ese momento comienza a explicar las razones por las que no se aconseja que bajo ninguna circunstancia alguien consuma pollo de contrabando.

A eso le suma que el consumidor expone su salud por las condiciones insalubres del vehículo en el que se comercializa. (Lea: Contrabando sigue sin freno en Norte de Santander)

Al personaje lo refuerza un grupo de especialistas de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia, Fenavi, quienes les explican a los asistentes que el pollo ingresó de manera ilegal por las trochas de la frontera, sin ningún tipo de refrigeración durante su transporte y que ha recorrido un largo camino en condiciones de tempratura desfavorables, razones por las cuales advierten no se debe comprar a quienes lo venden sin escrúpulos en las plazas de mercado.

“Cuando no hay cadena de frío, sea la carne que sea, siempre hay un riesgo de salud pública porque hay un peligro de que se pueda presentar la multiplicación de bacterias, pueden estar consumiendo pollo con salmonella y también se puede contraer una gastroenteritis severa. Ahora, al no saber qué procedencia tiene el pollo vivo se puede estar afectando el estatus sanitario del país con enfermedades como la fiebre aviar”, señaló en diálogo con CONtexto ganadero Adriana Navarro, directora del Programa Pollo de Fenavi.

El pollo que tiene Amponio Contrabandini es de plástico, pero con este se busca dar a

conocer la metodología de venta del producto. Foto: Fenavi.

Andrés Rafael Valencia Pinzón, presidente ejecutivo de Fenavi explicó que la estrategia se viene implementando desde el pasado 7 de junio en el departamento de Norte de Santander, pues es la región en donde más se registra el ingreso de pollo de contrabando desde Venezuela. (Lea: Tambalea el futuro de la ley anticontrabando)

“Buscamos generar conciencia en esta región del país. Usamos a Amponio Contrabandini porque creemos que de esta forma alertamos a la comunidad sobre los perjuicios que puede tener el consumo de pollo contrabando. La reacción de la gente ha sido positiva porque no sabían qué pollo están consumiendo, por eso les decimos que deben comprar un producto empacado, de marca y que esté congelado. Queremos hacer más campañas como estas pero por el momento no tenemos definida una segunda fecha para realizar de nuevo la actividad, esperamos hacerla pronto”, dice Valencia Pinzón.

Algunas cifras

En Norte de Santander se consumen 37 mil toneladas de pollo al año, de las cuales 22 mil son producidas en Colombia, otras 12 mil en el departamento y 10 mil en el resto del país. Se estima que al año se consumen 15 mil toneladas de pollo de contrabando. (Lea: 1.000 toneladas de carne de pollo al mes ingresan de contrabando)

Según Fenavi, el año pasado el consumo de pollo legal se redujo 45%, se dejaron de ingerir alrededor de 220 toneladas mensuales, siendo Cúcuta el municipio más afectado. Además, durante el primer semestre de 2014, 8.400 toneladas de pollo de contrabando ingresaron al departamento, 1.400 al mes.