“Los sistemas agroalimentarios nos dicen que lo que comemos nos alimenta, pero si ese alimento no proviene de un ambiente sano, realmente no alimenta nuestro cuerpo y especialmente nuestro sistema inmune”.
Así lo advierte la ingeniera agrónoma Marina Sánchez de Prager, profesora de la Universidad Nacional sede Palmira, para quien las prácticas limpias que conlleva la agroecología generan ambientes sanos para el ser humano, lo cual ayuda a prepararse para emergencias como las ocasionadas por el contagio de COVID-19. (Lea: 10 elementos de Agroecología)
Agrega que “ese sistema inmune está ligado íntimamente a nuestra genética y al ambiente, y en esa conjunción de sistema inmune-ambiente es en la que van a suceder equilibrios o desequilibrios en nuestro sistema inmune, que son los que nos hacen más o menos susceptibles a la COVID-19”.
La agroecología juega un papel muy importante, pues es una ciencia que se basa en las prácticas limpias, la sostenibilidad de los agroecosistemas y la soberanía alimentaria, brindando autonomía y seguridad alimentaria, por lo que es necesario ofrecerles más apoyo a los campesinos.
“Cuando se realizan prácticas agroecológicas se trabaja sobre la epigenética, es decir con las condiciones ambientales que propician la salud humana y ambiental”, subraya la docente. (Lea: Estos son los beneficios de la diversidad agroecológica)
En este contexto, los campesinos realizan una labor muy importante al incorporar prácticas de conservación, siembra de plantas medicinales, combinación de plantas con animales y cohesión de naturaleza y sociedad. Todo esto termina en el mercado agroecológico, donde dichas prácticas adquieren un valor en un contexto en el que se irradia salud ambiental, humana y animal.
Sin embargo, según explica la profesora Sánchez de Prager, “hoy estamos regidos por un sistema alimentario opuesto a la agroecología: el de la revolución verde, en el que a pesar de existir alrededor de 300 000 especies de plantas comestibles en el mundo, nos han introducido en una cultura en la que se consume solo alrededor del 0,6 % de esa diversidad. Además estos alimentos son cada vez más controlados por transnacionales, y por ende a los agricultores los están sacando del sistema”.
Recuperar especies olvidadas
Cuando se habla de COVID-19 y de salud en general, los expertos en medicina y nutrición dicen que si queremos fortalecer el sistema inmunitario de las personas se debe consumir diversidad. (Lea: Ganadería Agro Ecológica: Máxima producción al menor costo posible)
Diana María Mora, ingeniera agroindustrial y estudiante del Doctorado en Agroecología de la UNAL sede Palmira, señala que “debemos tener en nuestro plato la mayor diversidad posible de productos y de colores, porque estos nos enriquecen con antioxidantes, vitaminas y minerales, entre otras propiedades que nos ayudan a mejorar el sistema inmunológico, combatir enfermedades, e incluso prevenir algunas”.
Antes había una gran diversidad de plantas que formaban parte de la alimentación y de los mercados, pero por diferentes motivos –que van desde lo comercial hasta lo político y el ritmo de vida– esa alimentación ha desmejorado notablemente. Ahora se incentivan más los monocultivos, por ejemplo, ocasionando que varios alimentos vayan quedando en el olvido, subutilizados y con una opción muy baja de comercialización.
Entre estas especies se cuentan diferentes tipos de yuca, fríjoles, tomatillos, ajíes, batatas, cidras, papayuelas, maracuyás y granadillas no convencionales, maíces rojos y negros, y yacón, entre otras.
Este tipo de plantas y productos están en la mira de algunos investigadores que quieren trabajar en su recuperación, pues contienen polifenoles, antocianinas, carotenoides y otras propiedades que aportan a la salud del ser humano. (Lea: Agroecología: un camino hacia el desarrollo sostenible)
Aquí el papel de los custodios de semillas es fundamental para conservarlas y también el de la cocina tradicional, que puede innovar recuperando e incorporando estos alimentos en los platos.
Carlos Arturo Aristizábal, estudiante del Doctorado en Agroecología de la UNAL, deja una reflexión: “lo que pones en tu plato es más político que lo que pones en tu Facebook” y cuestionó la forma en la que los Gobiernos, en la pandemia, han favorecido a las grandes cadenas de supermercados comprando mercados mientras que las familias campesinas han perdido sus productos.
Por eso invita a que las personas se acerquen a los mercados agroecológicos, pues no solo apoyan una agricultura familiar campesina, sino que llevarán a sus casas productos que no tienen organismos genéticamente modificados, petroquímicos, nitratos, residuos de otros agrotóxicos o aditivos perjudiciales para la salud. (Lea: Sistemas agroecológicos brindan seguridad alimentaria)
Fuente: Agenda de Noticias UN.