En nuestro país se han hecho esfuerzos por incrementar el número de hectáreas dedicadas a la agricultura orgánica, y si bien todavía falta mayor implementación, en los últimos nueve años se ha duplicado su número. Así es la tendencia en Colombia y el mundo.
En 2012 se contaban en nuestro país casi 41 000 hectáreas dedicadas a la agricultura orgánica, como señaló Ruth Rodríguez, directora del programa de Zootecnia de la Universidad de La Salle en esta publicación de CONtexto ganadero.
Nueve años después, según la Federación de Orgánicos de Colombia, hay entre 90 mil y 100 mil hectáreas, pero esto no alcanza a ser el 1 % del total de hectáreas cultivadas en el territorio nacional. (Lea: Antioquia es un potencial aliado para Alemania en producción orgánica)
Aun cuando se trata de un crecimiento en el área del suelo dedicada a este tipo de cultivos, la organización sostuvo que si se compara esa cifra con la de otros países como Perú, que dedica 700 000 hectáreas a la agricultura orgánica, el panorama no es el mejor.
Por ejemplo, los países con más hectáreas de cultivos orgánicos son Australia con 35,6 millones, Argentina con 3,7 millones y España con 2,4 millones. Y aquellos con el mayor porcentaje de cultivos orgánicos en relación con la tierra cultivada total son Liechtenstein (41 %), Austria (26,1 %) y Santo Tomé y Príncipe (24,9 %).
En este reporte, Fedeorgánicos reveló que los principales cultivos orgánicos del país son el café, caña de azúcar y el palmito. Sin embargo, Luis Betancur, presidente de Fedeorgánicos, señaló que la demanda interna por productos orgánicos es baja.
“Con excepción de algunos segmentos, la inmensa mayoría de la gente no aprecia los productos orgánicos y no está dispuesta a pagar un poco más por sus beneficios”, sostuvo. (Reportaje: “El país sigue siendo muy virgen en materia de orgánicos”: Fedeorgánicos)
Sin embargo, la tendencia a nivel mundial es hacia este tipo de producción. La Unión Europea se fijó el objetivo de que para 2030 el 25 % de las tierras estén destinadas a la agricultura orgánica según el Gabinete del Comisario de Agricultura de la Comisión Europea.
En general toda la cadena productiva viene trabajando en soluciones para facilitar la transformación del productor de forma rápida, fácil y eficiente. (Lea: ¿Cómo contribuyen las interacciones en sistemas agroforestales a una producción sostenible?)
Yesenia Prado, Professional & Specialty Solutions de BASF explicó que “el mercado está cambiando, pues ahora los consumidores tienen nuevas necesidades y preferencias”, aunque señaló que hay un largo camino para lograr esta transformación.
“Es un proceso que requiere de tiempo para que se logre una alineación correcta entre los agroquímicos y la agricultura orgánica, entendiendo no solo las necesidades del consumidor, sino también del agricultor en su proceso productivo”, indicó.
La transición hacia este modelo ha llevado a un cambio en la fase comercial en la que cada día surgen nuevas tiendas y emprendimientos de productos agrícolas orgánicos, que incentivan un mensaje de alimentación sana y sostenible para el medio ambiente.
“En el caso de BASF, hemos creado soluciones para el manejo de hongos fitopatógenos en los cultivos, fungicidas biológicos que proporciona al agricultor valiosos beneficios como confiabilidad y homogeneidad en las acciones de contrarrestar enfermedades que atacan rápidamente los cultivos”, agregó Prado.
La agricultura orgánica es una tendencia que, aunque lento, ya crece en el país y en la región, así como crece la innovación y tecnología que se convierte en herramienta para el tratamiento de enfermedades fúngicas, en armonía con las nuevas exigencias de los mercados nacionales y de exportación para la producción y consumo seguro de frutas y vegetales, así como el equilibrio con los recursos naturales para una producción sostenible.