El distanciamiento social presentado en la gran mayoría de países del mundo ha ocasionado que muchos de los trabajos se reinventen para no perder sus productos. Este es el caso de agricultores colombianos y bolivianos, quienes han tenido que hacer domicilios para sacar adelante el negocio.

Para el mundo no es un secreto que la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19 ha dejado muchas pérdidas en varios sectores de la economía mundial, pues la ‘normalidad’ a la que las personas estaban acostumbradas ha cambiado y han tenido que buscar alternativas más contundentes que los ayuden con sus negocios dependiendo de los requerimientos del mercado. (Lea: Agricultores ecuatorianos comercializan canastas agrícolas a domicilio)

Así es el caso de los agricultores colombianos, quienes atienden las necesidades e inquietudes de sus clientes por medio de números telefónicos y mensajerías como Whatsapp., para que sean ellos mismos los encargados de llevar a domicilio los productos que ofrecen.

En varios corregimientos de Boyacá, productores de frutas como las fresas han buscado por medio de redes sociales tener mayor contacto con sus clientes, para luego llevarles hasta la puerta de sus casas todos los víveres solicitados.

De acuerdo a la FAO, en ciudades bolivianas las restricciones están llevando a los productores de alimentos a encontrar nuevas formas de trabajar para mantener sus medios de vida y llevar su producción a las ciudades cercanas.

Simón Laura es un agricultor de Bolivia que está comprometido a continuar su actividad agrícola para garantizar que la población tenga acceso a los alimentos que necesita, por lo tanto indica que “antes, solíamos pasar cuatro horas en el invernadero, ahora solo estamos una hora para cumplir con la cuarentena”.

A partir de esto, se han organizado con su familia para suplir las necesidades de los clientes bajo los lineamientos interpuestos por el Gobierno boliviano en respuesta a la COVID-19. (Lea: Así puede continuar sus negocios ganaderos y evitar los impactos del COVID 19)

“Con mi esposa e hija nos coordinamos para encargarnos del invernadero y hacer las entregas, teniendo claro que somos muy cuidadosos con nuestros productos. La gente puede estar segura que nuestras hortalizas son saludables e inocuas”, explica Laura.

La idea que han tenido estos agricultores colombianos y bolivianos es abastecer a las familias urbanas con los alimentos frescos producidos en huertos e invernaderos, de tal forma que se puedan ser consumidos, y a vez, sirva de ayuda para que ellos tengan un sustento diario con el cual puedan sacar adelante a sus familias y sus negocios.

A partir de esto, en Bolivia se han realizado capacitaciones por parte del gobierno y por medio de la FAO en la cual se les enseña a los productores para que adopten medidas de seguridad, además de ayudarlos en el traslado de los domicilios, de tal forma que las personas puedan tener acceso a alimentos frescos, nutritivos y variados durante la cuarentena.

Por el lado de Colombia, varios municipios están haciendo sus aportes en el desarrollo de los agricultores. Este es el caso de Boyacá, donde se han realizado trueque de productos agrícolas con la Gobernación de Cundinamarca y con la empresa privada. (Lea: ‘Trueque’ de Boyacá ahora es con departamentos)