Pequeños productores de la mano de la asesoría técnica del Centro de Investigación en Palma de Aceite, Cenipalma, se dedicaron a esta producción y han cumplido con los siete criterios.   En Tumaco municipio del departamento de Nariño, al sur del Colombia, región marginada y de gran pobreza que además es estigmatizada por los cultivos ilícitos, la producción de palma de aceite se convirtió en una alternativa legal de ganarse la vida para 629 familias quienes se encuentran organizados en 13 asociaciones de productores de pequeña escala.   Estos pequeños agricultores aprendieron de la mano de la asesoría técnica de Cenipalma, cómo involucrarse con este negocio y mejorar su calidad de vida. (Lea: Colombia tiene 16 millones de hectáreas aptas para palma de aceite)   Según José Luis Quintero Rangel, extensionista de Cenipalma, se establecieron siete parámetros técnicos para realizar el manejo óptimo de los cultivos:   1.Implementar las mejores prácticas agrícolas, ambientales y sociales en la agroindustria de la palma de aceite, que permitan garantizar la producción de aceite de palma sostenible. (Lea: Fedepalma pide revisar la estructura de financiamiento para el sector)   2.Realizar un manejo adecuado del agua en el suelo. Evacuar el exceso de agua por medio de un eficiente sistema de drenaje.   3.Ubicar barreras físicas en el plato de la palma para lograr un manejo eficiente del insecto plaga Sagalassa valida, que puede afectar el cultivo. (Lea: Sanidad y productividad, temas claves para Cenipalma)   4.Fertilizar el cultivo para alcanzar una productividad competitiva.   5.Realizar una polinización asistida para garantizar la adecuada formación de racimos y mantener alta la productividad.   6.Los lotes de palma deben permanecer bien  mantenidos, con control de arvenses, plateo, limpios y podados.   7.Apoyarse permanente de las Unidades de Asistencia y Auditoría Técnica Ambiental y Social (UAATAS) de la Zona Suroccidental y de Cordeagropaz.