2 nuevas variedades desarrolladas por Corpoica, maíz amarillo V-114 y maíz blanco V-159, para el área geográfica del Valle del río Sinú, y Sabanas de Córdoba, Sucre y Bolívar, son una opción tecnológica para retomar la producción de maíz en el Caribe húmedo colombiano. La Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, avanzó en los últimos años en la búsqueda de información genética de variedades con potencial productivo, investigación que concluyó con el desarrollo de 2 variedades de maíz que expresan esas ventajas identificadas y resaltadas para la zona del Valle del río Sinú, y sabanas de Córdoba, Sucre y Bolívar. En el proceso de investigación se evaluaron agronómicamente y comercialmente los materiales, temas de rendimiento por hectárea, grado de tolerancia a enfermedades y estreses abióticos, entre otros. (Lea: Sorgo y maíz, importantes alternativas para alimentar el ganado) Según la Asociación de Ingenieros Agrónomos Cordobeses, Asiacor, actualmente hay una emergencia por la multiplicación del gusano cogollero, el cual podría ocasionar pérdidas en las aproximadamente 27 mil hectáreas sembradas de maíz en esa región, 70 % de grano blanco y 30 % de grano amarillo. Esta plaga que afecta no solo el cultivo de maíz, sino también los de algodón, sorgo, arroz y hortalizas, se aloja en las matas hasta destruirlas, lo que ha incrementado casi un 25 % o hasta 50 % los costos de producción, por ser necesario doblar o en ocasiones triplicar la aplicación de insumos para su control. La variedad CORPOICA V-159 es de grano blanco semicristalino, de uso industrial para la elaboración de arepas y harinas, la planta alcanza una altura de 211 cm y en plantaciones comerciales, presenta baja pudrición de mazorcas, un promedio de 5 % por debajo del daño máximo aceptable. Por su parte, la variedad CORPOICA V-114 es de grano amarillo semicristalino, se usa para consumo en fresco y grano seco, su planta alcanza los 220 cm de altura, y como la otra variedad, también presenta tolerancia a la pudrición de mazorcas por debajo de los niveles máximos aceptables, ubicando estas tecnologías como una opción para que los productores de la región afronten los problemas relacionados con las plagas y estreses abióticos en el cultivo. Esto a su vez permite que los productores cuenten con diversidad de materiales que hacen más competitivo el sector. (Lea: Más de 18 hectáreas serán repobladas con semilla nativa de fríjol y maíz) Sergio Luis Mejía Kerguelen, investigador Ph.D. de Corpoica manifestó, “estas 2 variedades de maíz, son una gran opción para los pequeños productores de la región que se encuentran en zonas marginales, y que muchas veces no tienen acceso a materiales mejorados que les permitan incrementar su producción.”