100 mujeres caficultoras de los municipios de Pitalito, Oporapa y Timaná en el departamento del Huila, recibirán fertilizantes de baja huella de carbono producidas con energías limpias y renovables.

Este es el resultado de una iniciativa que puso en marcha Yara Colombia, en colaboración con SKN Caribe Café y el apoyo de la Agencia Noruega de Cooperación para el Desarrollo y el Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas Colombiana.

El moderno proyecto que será implementado por cinco años, busca fomentar las prácticas sostenibles en la caficultura colombiana. SKN Caribe Café jugará un papel clave en la implementación de la iniciativa y en el acompañamiento a las mujeres durante todo el proceso.

"Estamos orgullosos de liderar esta innovadora iniciativa que marca un hito en el agro colombiano", manifestó Andrés Useche, director regional de Yara Colombia.

Yara Colombia reafirma su compromiso con la sostenibilidad, es pionera en la implementación de planes de descarbonización en el sector agrícola del país.

“Este proyecto demuestra nuestra visión de futuro y nuestro compromiso con la grandeza del café colombiano", añadió Useche

Para el director de Sostenibilidad de SKN Caribe Café, Esteba Salazar, la prioridad de la iniciativa es la sostenibilidad y el fortalecimiento en la cadena del café colombiano.

"Trabajaremos codo a codo con las mujeres cafeteras para que adopten prácticas de agricultura regenerativa y puedan comercializar su café de manera diferencial", indicó Salazar.

El acuerdo también incluye herramientas para hacer seguimiento a los avances en métricas agronómicas y de sostenibilidad, así como información detallada sobre productividad, calidad y mediciones de huella de carbono.

Además, el proyecto destaca el liderazgo de las mujeres en el campo colombiano. Las cien mujeres productoras de café tendrán la oportunidad de aumentar su producción, desarrollar habilidades comerciales y administrativas, y aprender a cuidar el medio ambiente.

Con esta iniciativa, Yara Colombia y SKN Caribe Café buscan no solo reducir la huella de carbono en la producción de café, sino también empoderar a las mujeres caficultoras y promover un modelo de agricultura más sostenible y regenerativo en la región.