Mientras los grupos armados ilegales avanzan en su disputa por el microtráfico en la región, líderes del campo y autoridades alertan sobre el impacto de la violencia en la ganadería. El impuesto de seguridad aprobado en Antioquia se perfila como esperanza frente a una política nacional que, según voces regionales, ha fortalecido a los delincuentes.
La creciente inseguridad en el suroeste antioqueño amenaza con colapsar la actividad ganadera, mientras grupos armados disputan el control territorial y las comunidades sienten el abandono del Estado. (Lea en CONtexto ganadero: De la paz total… ¿a la guerra total?)
La voz de Francisco Serna, ganadero de La Pintada, reflejó el sentir de toda la región: “En el suroeste antioqueño no escapamos al temor de la creciente inseguridad que vivimos en todo el país”.
A diario, los productores enfrentan no solo las dificultades del clima y los precios del mercado, sino también un enemigo silencioso y letal como es la violencia.
Grupos armados al margen de la ley, como el Clan del Golfo y otras estructuras criminales, se han posicionado en el suroeste del departamento, incrementando el microtráfico y provocando escaramuzas entre facciones.
Esta tensión armada no solo ha puesto en riesgo la vida de campesinos y ganaderos, sino también la estabilidad económica de un renglón vital para el país.
Respaldo al impuesto de seguridad
“Hoy en día la seguridad se ha convertido en un insumo más dentro de la actividad ganadera y pecuaria”, advirtió Serna, quien también hizo un llamado urgente a la unidad del gremio y la acción coordinada con las autoridades.
Conscientes de esta situación, Serna respaldó de manera decidida el nuevo impuesto de seguridad aprobado por la Asamblea Departamental de Antioquia, una iniciativa liderada por el gobernador Andrés Julián Rendón.
El objetivo es fortalecer la capacidad operativa del Ejército y la Policía Nacional, mejorar la infraestructura de cuarteles y estaciones, construir cárceles y, sobre todo, implementar sistemas de videovigilancia vial para blindar los accesos a los municipios.
La verdadera cara de la paz total
El gobernador Rendón no ahorró palabras para denunciar lo que, a su juicio, es el resultado directo de una política errada por parte del Gobierno Nacional.
“Antioqueños, esta es la cara de la paz total de Petro. La de bandidos en la extorsión, en el secuestro, en los homicidios, en el microtráfico”, afirmó Rendón recientemente en un video.
Para el dirigente, el discurso de reconciliación con los grupos armados ha fortalecido a los criminales. Prueba de ello, dijo, son los crímenes atroces cometidos por alias El Paisa, cabecilla del Clan del Golfo, cuya captura reveló en su celular imágenes de asesinatos y secuestros.
En palabras de Rendón, “la paz se consolida imponiéndola con seguridad, justicia y operatividad de nuestra fuerza pública”. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Por qué se perpetúa la inseguridad y la impunidad en el sector rural?)
Finalmente, el llamado del gremio ganadero y de las autoridades departamentales es que hay que cerrar filas, alinear esfuerzos y recuperar el control de los territorios rurales. La paz, para quienes trabajan la tierra y crían el ganado, no es una ilusión política, es una necesidad urgente para sostener la vida y la economía del campo.
“Debemos trabajar de la mano de las autoridades municipales y departamentales. Además, hay que estar muy alineados en el gremio, siguiendo el tejido social desde la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán)”, concluyó Serna.