El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) prevé que los efectos del Fenómeno del Niño persistan hasta marzo, afectando especialmente a las regiones Caribe, Andina y Pacífica.

Estas áreas continuarán experimentando altas temperaturas y un acumulado total de precipitaciones por debajo de lo normal. A pesar de las lluvias recientes en algunos departamentos, se espera que la sequía asociada con El Niño continúe durante los últimos días de febrero y parte de marzo.

Sin embargo, después de este período, Colombia se adentrará en una fase neutral para luego enfrentar el Fenómeno de La Niña, caracterizado por temporadas de lluvias e invierno, hacia los meses de junio, julio y agosto. Según las proyecciones del IDEAM, se espera que las precipitaciones durante la segunda mitad del año estén por encima de lo normal debido a La Niña.

Esta situación plantea desafíos significativos, especialmente para sectores como la ganadería, que dependen en gran medida de condiciones climáticas estables para su funcionamiento. Ante esta realidad, es crucial implementar medidas preventivas y de adaptación para mitigar los impactos negativos en la actividad ganadera.

Recomendaciones clave para el sector ganadero durante el fenómeno de La Niña

1. Movilización de animales a sitios seguros: Es fundamental trasladar los animales a zonas altas y seguras que no sean propensas a encharcamientos, garantizando su bienestar y seguridad, tanto para animales adultos como crías.

2. Prevención y tratamiento de enfermedades: Se deben establecer planes para prevenir y tratar enfermedades que puedan surgir debido al exceso de humedad, como procesos micóticos, diarreas, parásitos, afectaciones pódales, afectaciones de piel o respiratorias, entre otras.

3. Disposición adecuada de animales muertos: Se deben establecer protocolos para la disposición adecuada de animales muertos, evitando que se conviertan en focos de contaminación y diseminación de enfermedades. En algunos casos, se puede optar por el entierro de los animales a una profundidad de 1 metro cubiertos con cal, en zonas seguras que no sean propensas a deslizamientos o inundaciones.

4. Proteger la calidad del agua y alimento: Es necesario mantener la calidad del agua y el alimento para el ganado, cubriendo comederos y bebederos y realizando una limpieza constante para prevenir la contaminación que puede ocurrir en las fuentes de agua y las pérdidas de pasturas y forrajes.

5. Manejo y control de malezas: Debido a las altas precipitaciones, es crucial realizar un manejo y control eficiente de las malezas, que tienden a proliferar en estas condiciones.

6. Rotación de potreros: Se recomienda realizar rotación de potreros para el descanso de las praderas, lo que permite controlar plagas y malezas y mantener un equilibrio en el uso de pasturas.

7. Mantenimiento del balance de nutrientes: Es importante mantener el balance de nutrientes en el suelo mediante la aplicación de abonos orgánicos y el uso de microrganismos eficientes que ayuden a solubilizar los minerales del suelo.

8. Adecuación de canales de drenaje: Se recomienda la adecuación de canales de drenaje para evacuar los excesos de agua debido a las altas precipitaciones, evitando posibles inundaciones y encharcamientos en los potreros.

9. Evitar el sobrepastoreo: Es fundamental evitar el sobrepastoreo y mantener una carga animal adecuada para optimizar el uso de pasturas y prevenir la degradación del suelo.