Por: Luis Guillermo Altahona Buelvas*
Los búfalos son animales originarios de Asia (India, Pakistán y extremo Oriente). En India vivían como animales salvajes en diversas zonas, siendo domesticados aproximadamente 6.000 años A.C en el Valle del Indus y en la región de Ur–Irak.
Desde Asia el búfalo se extendió a África, Oceanía y Europa. En este último continente es utilizado mayormente para la producción láctea, especialmente en países como Italia, Bulgaria, Rumania y Hungría. Posteriormente, el búfalo fue introducido en Sudamérica por los europeos para ser utilizado como animal de tracción.
Dada su gran rusticidad, longevidad y fuerza tuvo una rápida difusión en los países del norte de Sudamérica, especialmente en Venezuela, Brasil y Colombia, donde predominan las razas Mediterránea, Murrah y Jafarabadi; consideradas de doble propósito (leche y carne) y en algunos casos triple propósito (trabajo).
207 millones de búfalos en el mundo
La población de búfalos en el mundo supera los 207 millones de cabezas, en India se encuentra 105 millones, luego le sigue China con aproximadamente 22 millones y Pakistán con 15 millones; mientras que otros países de Europa, África y América conforman el resto de la población del mundo.
Los rebaños bufalinos de diferentes países sudamericanos tuvieron su origen en importaciones realizadas desde Australia, Bulgaria, Egipto, India, Italia, Rumania y Sudeste Asiático. Inicialmente fueron introducidos hacia finales del siglo XIX en el Caribe y en el norte del Brasil (Patiño, 2004).
La población bufalina colombiana
Se encuentra diseminada por todo el territorio nacional en diferentes hábitats, incluyendo los diversos climas y pisos térmicos, desde el nivel del mar hasta 3.000 m de altitud, viviendo en perfectas condiciones.
Colombia cuenta con 521.895 cabezas de búfalo según reporta el último censo de vacunación del año 2023. Las proyecciones indican que en 2027 serán más de 1,6 millones de cabezas, es decir un incremento de 406%; además, comparando esos mismos años, las producciones de leche y de carne, en toneladas, crecerán un 421% y 204%, según las mismas estimaciones.
En nuestro medio el búfalo se ha convertido en una opción productiva muy atractiva por sus ventajas zootécnicas, en zonas donde la calidad del alimento y el clima afectan de manera notoria las explotaciones vacunas. La explotación del búfalo en el país se lleva a cabo por medianos y grandes ganaderos, en aquellas regiones donde las inundaciones afectan en un periodo grande del año el manejo de los vacunos.
De acuerdo a las estadísticas del ICA, el crecimiento de la población de esta especie ha sido exponencial todos los años.
Los Reyes del Trópico
Los Búfalos son capaces de producir eficientemente en condiciones que ninguna otra especie lo puede hacer; parecen tener un buen comportamiento en condiciones de alimentación adversas, con limitados aportes nutritivos y ello ha hecho que se desarrollen aparentemente bien en los sistemas de producción, con predominio de los pastos naturales, prácticamente sin suplementación y con dietas desbalanceadas.
Por lo anterior, los búfalos se muestran como los “REYES DEL TRÓPICO”, por ser una opción económica en los diversos ambientes, en especial los ecosistemas de bajíos y áreas inundables; puesto que consumen forrajes de baja calidad, transformándolo eficientemente a carne (engorde de 500 kg en dos años) y leche (5 a 6 litros de leche por día, con 7% de grasa); además de ser una especie resistente a las altas temperaturas; soporta altas cargas parasitarias y enfermedades; muy buena calidad de carne, por sus cualidades de jugosidad y terneza; excelente calidad de leche para la preparación de subproductos, y por último, bajo costo de producción.
Además de lo anterior, el búfalo presenta una longevidad que oscila entre 20 y 30 años promedio, con una vida útil reproductiva entre 18 y 20 años; en la práctica se nota que a partir de los 13 años las hembras pierden un poco la habilidad productiva, dando terneros más débiles. Sin embargo, si se manejan bien las búfalas durante su vida productiva, pueden producir hasta 17 terneros; también se caracteriza por tener una constitución física general y tipo de cuero más grueso y resistente; con un índice de mortalidad del 2% al 4%.
Generalmente en los sistemas de producción de leche de búfalo, la crianza del bucerro (cría) es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta, puesto que el desarrollo adecuado en las etapas iniciales de su vida garantiza la eficiencia productiva adulta; en las regiones del mundo donde se lleva a cabo la explotación del búfalo se emplea un método de manejo y alimentación similar al de los vacunos, sin embargo, se abusa con relación al suministro de alimentos de bajo valor nutritivo y poca digestibilidad en esta especie animal, debido a las particularidades en relación al aprovechamiento de los alimentos de baja calidad nutricional.
Con todo lo anterior, Zootecnicamente la especie ha demostrado que tiene espacio garantizado como opción pecuaria relevante en C, con una amplia capacidad de adaptación a todo tipo de terrenos, desde los pantanos amazónicos hasta Rusia y desde Australia hasta las cumbres nevadas de Nepal.
Esta es una de las razones por las cuales la población de búfalos se incrementa cada día más, aunada a lo prolífero del animal y su rápida aceptación en el mundo ganadero; su explotación en pequeñas propiedades donde fueron gustando substancialmente a los pequeños productores, se han mostrado como un instrumento de progreso social, por lo que fomentar su explotación, es por tanto una de las mejores alternativas en ambientes tropicales como el nuestro por su capacidad de trabajo y altos rendimiento en carne y leche.
Autor: Luis Guillermo Altahona Buelvas, es Zootecnista con diplomados en Extensión Rural, Especialista en Nutrición Animal y magister en Ciencias Veterinarias del Trópico. Actualmente Consultor Agropecuario, docente en la Universidad de Sucre en la Facultad de Ciencias Agropecuarias y productor trashumante de ganado bajo el sistema vacuno doble propósito desde hace 11 años.