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¿Cuáles son los beneficios de caminos en concreto para ganado lechero?

Angie Barbosa 08 de Abril 2025
Caminos en concreto para ganado de lecheFoto: CortesíaLa longitud de los caminos puede variar entre 400 metros y 1,5 kilómetros, dependiendo del tamaño del terreno.

Menos enfermedades, más higiene y mejor movilidad son solo algunas ventajas que explican por qué cada vez más productores están adoptando esta práctica.


En las alturas de Pasto, a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, una práctica ganadera que comenzó hace dos décadas sigue demostrando su valor: construir caminos en concreto dentro de las fincas lecheras.

Iván Fernando Caviedes Castro, médico veterinario y asesor técnico, fue uno de los primeros en aplicarla y hoy la implementa en cada predio que asesora.

Hace 20 años hicimos los primeros caminos en la finca de mi papá y desde entonces no he dejado de usarlos”, aseguró Caviedes. (Lea en CONtexto ganadero: Caminos cubiertos con plástico, ingeniosa táctica para proteger al ganado)

La clave, dice, está en planear el trazado en función de la ubicación del establo y la distribución de los potreros. Si es necesario, se reorganiza la finca para que una o dos líneas de camino conecten la mayoría de los potreros con la sala de ordeño.

Camino de concreto en etapa de construcción. Foto: cortesía.


Funcionalidad


El diseño responde a criterios técnicos más que estéticos. La longitud de los caminos puede variar entre 400 metros y 1,5 kilómetros, dependiendo del tamaño del terreno. Cuando el terreno es inclinado, se construyen escalones cada seis o siete metros para facilitar el tránsito del ganado.

La plataforma debe tener al menos 70 centímetros libres para permitir un paso cómodo. A los lados, se construyen bordillos de concreto que cumplen una doble función: impedir la invasión de maleza y facilitar la limpieza.

“El bordillo permite usar una manguera y evacuar los desechos como si fuera un canal. Eso ayuda a mantener el camino limpio, porque el estiércol y el barro deterioran el cemento si se acumulan”, explicó.

El camino en concreto debe tener al menos 70 cm de ancho para que puedan transitar los animales. Foto: cortesía.


Antes y después


Caviedes recuerda los problemas que enfrentaban antes de implementar estos caminos: barro, cojeras y suciedad en las ubres. Las vacas llegaban al ordeño sucias y lastimadas, sobre todo en invierno.

La situación cambió con el concreto: “Ahora transitan tranquilas, más limpias y sin lesionarse. El cambio ha sido total”.

Además del bienestar animal, estos caminos han ordenado la operación diaria de las fincas. Las vacas aprenden rápidamente a seguir la ruta y el manejo se vuelve más predecible.

“Al principio cuesta un poco, pero después abren el portillo y las vacas ya saben a dónde ir”, afirmó.

A diferencia de caminos de tierra, piedra o cubiertos con plástico, el concreto soporta el paso del tiempo y las lluvias. No se requiere malla soldada, lo que facilita la obra.

En una finca especializada en ganado jersey, Caviedes construyó recientemente 500 metros de camino en concreto. El costo por metro lineal fue de $80.000, una cifra que puede parecer alta, pero que se compensa con la resistencia del material y los beneficios a largo plazo.

“Es cierto que el costo es el principal punto en contra, pero la durabilidad lo justifica”, insistió. (Lea en CONtexto ganadero: Estas son las ventajas productivas del ganado jersey)

Un aspecto no menor es el uso eficiente del terreno. Mientras los caminos tradicionales exigen mayor ancho, el concreto permite senderos estrechos y funcionales. Esto se traduce en más área útil para pastos o cultivos forrajeros.

Otro argumento a favor es la apariencia y el impacto visual. Caviedes critica las soluciones improvisadas con plásticos, que además de poco durables, alteran el paisaje de la finca.

“Ver esas tiras de plástico no es agradable. En cambio, a los caminos en concreto se les pueden sembrar árboles alrededor y se integran bien al entorno”, añadió.

Caviedes insistió en que esta infraestructura vale la pena, pues a pesar del alto costo inicial, el resultado es una finca más organizada, animales más sanos y un sistema de trabajo más eficiente.

“Los caminos de concreto han mejorado la forma en que operamos. El impacto es real, se ve y se siente todos los días”, concluyó.


Camino de concreto en una finca de Nariño, Colombia. Foto: cortesía.

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