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María Fernanda Cabal: la opción antitotalitaria

Por Ariel Peña González - 16 de Noviembre 2021

Con una posición enhiesta, la senadora y precandidata del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, denunció el proselitismo armado, que los grupos terroristas marxistas realizaron este año a partir del 28 de abril, al amparo del Paro Nacional, que mediante una insurrección buscaba tumbar al presidente Iván Duque.

Con una posición enhiesta, la senadora y precandidata del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, denunció el proselitismo armado, que los grupos terroristas marxistas realizaron este año a partir del 28 de abril, al amparo del Paro Nacional, que mediante una insurrección buscaba tumbar al presidente Iván Duque.

Dichas organizaciones sociales y sindicales sirvieron de calanchines para convocar las movilizaciones, que en ningún momento pretendían reivindicaciones económicas de la población, sino que fue una jugarreta abyecta para alcanzar fines políticos mezquinos, situación denunciada diáfanamente con todas sus letras por La Cabal, debido a lo cual la precandidata tiene las más altas credenciales para ser la opción antititotalitaria que salvará a Colombia

A María Fernanda Cabal la mamerteria de diferentes pelambres le ha hecho una guerra sucia, desde que incursionó en la política, por sus convicciones democráticas y republicanas en defensa de la vida, la libertad y la seguridad que son los derechos fundamentales para que los ciudadanos puedan vivir civilizada y dignamente, valores que son contrarios a los propósitos de las fuerzas totalitarias que intentan envilecer, adocenar y enajenar a las masas, para instaurar una dictadura comunista a partir de las elecciones del 2022.

La dictadura que es un fin estratégico del comunismo totalitario para esclavizar a las masas, no es del proletariado, sino en contra de este, como ya se ha demostrado a través de la historia cuando un país cae bajo la férula del marxismo leninismo, situación que se puede evitar con la elección de María Fernanda Cabal.

El gobierno de transición propuesto por las Farc en las negociaciones de La Habana, es la cuota inicial para que Colombia vaya a la humillación de sus ciudadanos, mediante una dictadura sempiterna en donde no habrá alternación en el gobierno; y para ello no solo tienen de candidato a Gustavo Petro, sino que además contaran con aspirantes presidenciales disfrazados de progresistas o alternativos, siendo los resultados los mismos, o sea una dictadura comunista feroz, indudablemente.

En “La gran revolución cultural china” de la década de los 60 del siglo XX, en donde fueron asesinados cerca de 70 millones de personas por parte de la camarilla comunista gobernante, la burocracia marxista tenía como consigna que la dictadura del proletariado se debería ejercer sobre la burguesía, situación que era difícil de determinar ante la carnicería que desató el partido comunista chino, por ello habría que preguntar ¿cuál burguesía? Visto que la situación de miseria en esos años era general para los chinos, por lo que no se podría determinar quiénes eran de la burguesía, pero la violencia la aplicaba la camarilla en contra de toda la población especialmente la más pobre.

Posteriormente Zhou Enlai primer ministro y después Den Xiao Ping, diseñaron para China una economía de mercado, pues percibieron que el socialismo fundamentado en el marxismo leninismo era un fracaso total, pero eso si quedando el poder político en manos de la dictadura comunista con partido único.

La anterior referencia a China, demuestra que el marxismo leninismo en el poder, poco le interesa los sufrimientos de la población y hace cualquier cosa para estar en la dirección del Estado por siempre, como lo vemos también con el castrochavismo (remoquete comunista) en Venezuela, Nicaragua y Cuba, lo cual le podría ocurrir a Colombia si se deja llevar por los cantos de sirena de los que prometen el “cambio” o dicen que en el país hay una casta oligárquica que ha gobernado durante más 200 años, la cual hay que defenestrar, siendo eso un ardid para engañar ingenuos, porque no se puede olvidar que Hitler, Mussolini, Fidel Castro y Hugo Chávez echaban ese mismo discurso a favor de las trasformaciones y en contra de las castas oligárquicas, teniendo resultados catastróficos para esas naciones.

La pandilla marxista leninista con sus diferentes denominaciones, no puede ser democrática, porque simplemente usa como medio lo que llama la “democracia burguesa”, para conquistar el poder del Estado y montar una dictadura, que se ejerce de manera brutal en contra de los sectores pobres y capas medias de la sociedad, que no pueden huir del país y que tendrán que aguantar por varias generaciones el yugo comunista.

¿Cuáles candidatos convertirían a Colombia en una Venezuela mediante una dictadura comunista? Como ya lo dijimos tienen candidato propio, pero también poseen formulas alternas, especialmente con organizaciones que hacen parte del marxista Foro de Sao Paulo que indiscutiblemente es una internacional comunista, teniendo en primer lugar al exalcalde Gustavo Petro cuyos movimientos y partidos del Pacto Histórico son miembros de Foro de Sao Paulo y, su admiración y reverencia por el chavismo es indiscutible, pues nunca lo ha ocultado.

Una Gran Alianza Republicana para Salvar a Colombia, se debe de conformar mediante una consulta popular en las elecciones parlamentarias del 13 marzo, en donde participen los aspirantes presidenciales con talante democrático, para definir quién será el candidato que defenderá a Colombia de una dictadura; deseando que La Cabal sea escogida por el Centro Democrático el próximo 22 de noviembre, para que se convierta desde ahora en la alternativa real y factible que libere al país de la amenaza comunista directa o camuflada.

Se debe hacer énfasis sobre lo que le espera a Colombia con una dictadura comunista, en donde los que más van a sufrir serán los pobres y la capas medias que difícilmente tiene para donde agarrar, pues la miseria y el odio se convertirán en el pan diario, debido a que es innegable que el marxismo leninismo es el padre de la violencia, la mentira, el resentimiento y el rencor, armas que le sirven para consolidar a una camarilla comunista en el poder, utilizando la miseria de las masas como condición necesaria para ese propósito.