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La retórica antisemita precede muchas veces al crimen antisemita

Por Eduardo Mackenzie - 27 de Agosto 2024


Un hombre envuelto en la bandera de la Autoridad Palestina incendió ayer sábado en la mañana la sinagoga Beth Yaacov Atlan de la localidad balnearia francesa de La Grande-Motte, en la periferia de Montpellier. El individuo escaló un muro y logró prenderle fuego a los dos automóviles que encontró en el sótano del edificio. El asaltante buscaba destruir la sinagoga con la explosión de los dos autos y de la bombona de gas que se hallaba en uno de ellos. Un policía fue herido por las llamas y hospitalizado. Cinco personas se encontraban dentro de la sinagoga. Todas salieron ilesas.

Filmado por cámaras de vigilancia cuando huía del lugar, el hombre llevaba en la cintura una pistola probablemente de 9 milímetros, y cubría su cabeza con un keffiyeh rojo palestino. Tras 15 horas de huida, el agresor, un argelino de 33 años residente en Francia desde 2018, fue capturado en Nimes el mismo día a las once y media de la noche por miembros del comando Raid. Al verse descubierto, el individuo disparó contra los policías y éstos respondieron y lo hirieron en un hombro. El tipo se escondía en un barrio de inmigrantes dominado por traficantes de drogas. El interrogatorio comenzará el lunes en un hospital.

Gerald Darmanin, ministro del Interior, explicó en el canal TV France 2 que “el sospechoso se escondió luego de prenderle fuego a la sinagoga donde vivía gente, en particular el rabino”. Y agregó: “El (incendiario) esperaba, es lo que imaginamos, con una hacha a que la gente saliera, pero como los gendarmes llegaron muy rápidamente al lugar huyó”. “Se evitó una tragedia”.

El atentado creó una onda de choque en Francia. Personalidades políticas de primer plano, de derecha, centro e izquierda, expresaron su emoción y condenaron el ataque antisemita. Pero esta vez ocurrió algo más. Muchas voces se levantaron para repudiar no solo el hecho criminal sino para denunciar sobre todo el efecto nefasto que juega en estos actos la retórica previa que imparten a diario ciertos grupos de extrema izquierda pro-islamistas.

La acusación apunta contra La France Insoumise (LFI), partido tristemente célebre por su retórica pro-Hamas que, para ganar votos en la población árabe-musulmana, pretende trasladar a Francia el conflicto israelo-palestino en Medio Oriente. El jefe de LFI, Jean-Luc Mélenchon, quien acusa a Israel de ser “genocida”, no condenó, por ejemplo, la masacre antijudía del 7 de octubre y permite a sus activistas todo tipo de excesos. Diputados de ese partido definen ese abominable pogrom como un acto “de resistencia” y no como un acto terrorista y antisemita.

“Nunca podremos decir lo suficiente cuán tóxicos son los discursos incendiarios de ciertos diputados de LFI”, declaró la editorialista Françoise Degois. Ella piensa que el ataque a la sinagoga fue una consecuencia directa del odio que nutren ciertas figuras de LFI con sus horribles discursos.

La nota de Jean-Luc Mélenchon, líder de LFI, en la red social X, confirmó eso y dejó claro para quien trabaja esa formación política. Admirador de Fidel Castro, Nicolás Maduro y Gustavo Petro, Mélenchon calificó el atentado contra la sinagoga de “crimen intolerable” pero no dijo una sola palabra sobre su verdadero origen y carácter. El ensayista Raphaël Enthoven replicó: “Alguien puede quemar una sinagoga y Mélenchon no escribirá ‘judío’ ni ‘antisemita’. Incluso si el pirómano fue visto con una keffiyeh y una bandera palestina, lo convertirá en una cuestión religiosa y una cuestión de laicismo”.

“Llegar a hablar de un acto de puro antisemitismo sin escribir ni ‘antisemita’ ni ‘judío’, realmente es increíble. Esto es lo que hace Mélenchon en @X”, reiteró Françoise Degois. “Me avergüenza vivir en un país donde estamos empezando a quemar de nuevo las sinagogas”, afirmó Philippe Guibert, ex director del servicio de información gubernamental, en el popular canal de televisión CNews.

Otras voces fueron más lejos y pidieron la ilegalización y disolución de LFI por hacer la apología del terrorismo y del antisemitismo. Días antes, Christian Estrosi, alcalde de Niza, pidió la disolución de LFI y la suspensión de todas las ayudas públicas a ese partido y sus miembros, en vista de los comentarios del diputado melanchonista Thomas Portes quien dijo que los atletas israelíes no eran bienvenidos a los Juegos Olímpicos. Éric Ciotti, presidente del partido Les Républicains, de centroderecha, también ha pedido la disolución de LFI. Jean-Luc Mélenchon describe esas demandas como “intentos de amordazar a la oposición y criminalizar las opiniones divergentes”.

Yonathan Arfi, presidente del Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia, fustigó igualmente a Portes: “Desde el 7 de octubre, Thomas Portes ha legitimado a Hamás. Ahora pone el objetivo en las espaldas de los atletas israelíes, que ya son los más amenazados en los Juegos Olímpicos”.

Las autoridades investigan si el incendiario hace parte de una red, y qué otros planes estaba preparando. La policía detuvo a cuatro personas más. En su cama del hospital el individuo guarda silencio. Pero la indignación aumenta en muchas partes pues la cantidad de agresiones violentas a judíos de todas las edades y a religiosos católicos y a miembros de la fuerza pública, por parte de fanáticos islamistas, está generando una ola de cólera que se acumula y podría llevar a estallidos violentos como los que ocurrieron hace unas semanas, por los mismos motivos, en una decena de ciudades de Inglaterra.

25 de agosto de 2024