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El régimen chino debería pagar todas las vacunas

Por Ariel Peña González - 05 de Febrero 2021

Por tener la culpa en el origen y propagación por el planeta de la Covid-19, el régimen comunista chino debería asumir los costos de todas las vacunas en los diferentes países.

No es posible que ante semejante calamidad universal no se establezcan responsabilidades para las respectivas indemnizaciones, de tal suerte que hay que enfatizar acerca del pago de la vacunación en los 5 continentes por parte de Pekín, teniendo como ejemplo, el caso de Alemania que al ser causante de la Segunda Guerra Mundial tuvo que asumir un alto costo, situación que también le tocó vivir después de la Primera Conflagración Mundial con el Tratado de Versalles.

Más de 40 naciones en el mundo están vacunando a sus ciudadanos, faltando alrededor de 150. Sin embargo, no se ha visto que el partido comunista chino que maneja la dictadura en la nación asiática, se inmute ante los países que les es difícil adquirí el número de vacunas que necesitan para su población, o sea que el culpable de la hecatombe sanitaria está pasando de agache, como se dice coloquialmente, sin importarle el mal que le ha causado a toda la humanidad.

Para el caso colombiano, el gobierno anunció que en febrero comenzaría la vacunación, aunque sectores de lo que llaman izquierda han hecho politiquería ramplona con el caso de las vacunas, pues un senador del Polo Democrático sin ninguna sindéresis, afirmó que Colombia había negociado las vacunas de AstraZeneca a 21 dólares y que otros países la habían negociado entre 2 y 4 dólares, de donde se infiere que los parlamentarios del tal “progresismo” no se ponen de acuerdo para difamar, ya que para el senador Gustavo Bolívar de la Colombia Humana, hay cero vacunas, pues ni se han comprado ni se han pagado, además en un Twitter del 17 enero el senador dijo: “Muy lindas las bodegas ¿y vacunas para cuándo?”. Todo eso demuestra el oportunismo de los seguidores de la estafa comunista del marxismo leninismo abierto o soterrado, que toman como caballito de batalla la necesidad y los sufrimientos de toda la humanidad, para sacar dividendos políticos en Colombia.

Un gobierno como el de Colombia después de comprar las vacunas y comenzar a aplicarlas, debería pasarle la cuenta de cobro al régimen comunista chino, pues es el responsable de todas las desventuras que ha generado la pandemia y por elemental justicia tendría que responder por los daños ocasionados. Hay que aclarar, sin embargo, que dentro de la doctrina comunista se deben aprovechar los padecimientos de las masas para generar una situación revolucionaria, como lo enseñaba el genocida ruso de Lenin, y de esa manera tan vil es que actúan los mamertos en Colombia.

Por su concepción política y su sesgo ideológico, los dirigentes de los partidos y movimientos de las denominadas fuerzas alternativas, nunca han mencionado la culpabilidad del partido comunista chino en la catástrofe que vive la humanidad con la Covid-19, y en su fanatismo le hacen creer a muchos de sus seguidores que el problema con la plaga china solo es de Colombia y que el responsable es el Gobierno Nacional, de ahí que a los marxistas y a sus idiotas útiles con su irracionalidad siempre hay que evaluarlos, por lo que son.

Los seguidores de la estafa comunista en cambio de estar atacando al gobierno sin fundamento alguno, deberían hacer causa común con sus correligionarios a nivel mundial para pedirle al partido comunista chino que financie la vacunación de toda la humanidad, pero no con ninguna vacuna china que solo tienen efectividad del 50%, tampoco con la rusa que está en fase experimental. Debido a que por encima del poder o placer de mandar que tanto seduce a los comunistas, está la vida que el régimen chino ha puesto en peligro en toda la tierra.

Indudablemente que cuando hay ataques que provienen de grupos totalitarios con respecto a la vacunación que va a desarrollar el Ejecutivo Central en el país, hay que desconfiar de esos críticos, en vista de que con su práctica absolutista no buscan solucionar los problemas, sino incrementarlos como táctica para pescar en río revuelto y buscar la agudización de la contradicciones, como ellos denominan a las situaciones apremiantes, que les permite materializar sus fines y avasallar al pueblo mediante una dictadura comunista a perpetuidad, en donde son amputados todos los derechos individuales, convirtiendo a los ciudadanos en simples herramientas.