Por Alejandro Perdigones

La carne es uno de los alimentos más consumidos en todo el mundo. Cada español consume de media entre 50 y 70 Kg de carne al año. Como todos los alimentos, tienen importantes propiedades nutritivas para la salud, pero es necesario limitar su ingesta.     Consumir carne en exceso, especialmente las carnes rojas, pueden derivar en problemas cardiovasculares, ya que este tipo de carnes se caracterizan por contener buena cantidad de grasas. Por ello, lo más recomendable es controlar su consumo de forma semanal y seguir una dieta equilibrada. Si incorporamos la carne de forma regulada y controlada al organismo puede aportarnos importantes beneficios.     Existen gran variedad de carnes, diferenciadas mayormente por la cantidad de grasas que aportan y su sabor. El sabor de una carne está estrechamente relacionado a su precio de mercado. Habitualmente, los productos más jugosos tienen un precio más elevado.     No obstante, la inmensa mayoría de carnes coinciden en su estructura nutricional. Todas ellas son fuentes de proteínas y ricas en vitaminas, necesarias todas ellas para la correcta función de los diferentes sistemas que integran el cuerpo humano. (Blog: Los beneficios más importantes del consumo diario de la carne)       Beneficios de consumir carne para el organismo     Siempre que consumamos la carne de forma equilibrada, obtendremos importantes beneficios para la salud. Por un lado, la ingesta de este alimento contribuye al funcionamiento del sistema inmunológico. Además, su contenido en vitamina B12 y vitamina B2 se vuelven un factor imprescindible para el metabolismo del ser humano, siendo por otra parte favorable para la circulación sanguínea.  

La carne proporciona dosis importantes de proteínas y zinc, que estimulan el crecimiento y la reparación muscular. La carnitina, propia de estos alimentos, (especialmente en rojas) ayuda a transformar los ácidos grasos del cuerpo en energía útil.     En cuanto a su composición en minerales, la carne alberga fósforo, magnesio, potasio, hierro y calcio. Por todo ello, la ingesta equilibrada de este alimento mejor la digestión y el funcionamiento del cerebro. Del mismo modo, previene enfermedades de espectro nutritivo como la anemia.     Tiene una importante proporción de agua, ayudando a evitar la deshidratación del cuerpo. En otro orden de cosas, también aporta aminoácidos esenciales que no pueden ser generados por el propio organismo, siendo beneficiosos a la hora de realizar el proceso de digestión.     Algunos tipos de carne, como la de cordero u oveja contienen ácidos grasos como omega 3 y omega 6, beneficiosos para las defensas del organismo. Este hecho influye de forma positiva en la actividad del sistema inmunológico. (Blog: La carne de res sostenible puede ser buena para el medio ambiente)     Con todos estos datos, podemos decir que incluir la carne en nuestra dieta semanal es beneficioso para el organismo. Aunque siempre debe hacerse con equilibrio y control, porque un exceso podría aumentar los niveles de colesterol.     La carne proporciona elementos nutritivos que no tienen otros alimentos. Por eso, personas que siguen una dieta vegana o vegetariana a veces tienen que tomar suplementos vitamínicos basados en vitamina B12 o vitamina B2, para evitar problemas de salud.    

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