Los sistemas silvopastoriles juegan un papel fundamental en la ganadería sostenible y en la rentabilidad de la empresa ganadera toda vez que esto se refleja en un mejor bienestar animal y, por ende, en mayor producción.

En dichos sistemas hay diferentes tipos que el ganadero debe conocer para tomar la decisión de cuál quiere implementar en la finca. Entre los principales están las cercas vivas, los bancos forrajeros, los setos perimetrales, y, las franjas en contorno, según lo plantea un documento de Agrosavia.

Las primeras consisten en el establecimiento de árboles o arbustos con la función de delimitar lotes o propiedades. Entre sus principales beneficios están el ahorrar hasta el 50 % en el establecimiento de cercas convencionales con maderos; reduce la presión sobre el bosque para la obtención de postes; contribuye al paisajismo de la finca y al mejoramiento de la actividad ganadera.

Así mismo, aporta ingresos adicionales para el productor, por medio de leña, forraje, frutos, etc.; mantiene la humedad y fertilidad del suelo, a partir del aporte de nutrientes y materia orgánica, sobras y raíces; contribuye al confort de los animales; evita la pérdida de suelo por escorrentía y acción de los vientos; y, mejora la estructura del suelo a través de sus raíces e incrementa su fertilidad al aportar materia orgánica y nitrógeno en el caso de las especies leguminosas. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca cómo debe ser el manejo de las cercas vivas)

El material puede propagarse de diferentes maneras, como semilla, trasplante de plántulas o estacas. En todo caso, es importante conocer su procedencia y calidad. Es preferible que las especies se encuentren en el entorno natural para asegurar su buen desarrollo.

Bancos forrajeros

Por su parte, los bancos forrajeros son aquellos espacios de la finca que se siembran con árboles y arbustos forrajeros en alta densidad para maximizar la producción de forraje con alta calidad nutritiva. Este puede ser usado en la época seca para la alimentación animal. Por eso, es ideal para quienes tienen fincas pequeñas, pero requieren más forraje para sus animales.

Se clasifican de acuerdo con su manejo en bancos de corte y acarreo, donde el forraje es cortado y llevado a los animales; y, bancos para ramoneo, donde los animales ramonean directamente el forraje de los arbustos y el pasto. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Por qué son claves los bancos forrajeros en la alimentación del ganado?)

Setos perimetrales

Consisten en plantaciones lineales densas de árboles, arbustos y plantas pequeñas, que pueden servir como cercas y cortinas rompevientos, manejadas con diferentes espaciamientos y alturas.

Los setos pueden actuar como cercas vivas, bien sea por sí solos o respaldados con alambre de púas (u otro material de cercado), con especies que presentan espinas o aguijones. Además, los árboles pueden servir como fuentes ocasionales de forraje mediante la poda, y como fuente de leña, frutas y medicinas.

Franjas en contorno

Consisten en la plantación de árboles y arbustos a lo largo de los linderos o entre las parcelas, con espacios amplios entre los surcos y estrechos entre los árboles del surco. Se disponen en franjas alternas, siguiendo las curvas de nivel en sentido perpendicular a la pendiente natural del terreno. Se recomienda para terrenos de pendiente uniforme (2 a 15 %) y suelos agotados o pobres.

Las franjas en contorno le ayudan al productor para abastecer y/o mejorar los nutrientes del suelo, con el aumento del contenido de materia orgánica; reducir la pérdida de agua y suelo; disminuir el riesgo de perder el cultivo durante temporadas extremadamente secas; y, diversificar las franjas para obtener productos como leña, forraje y alimentos.