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Esta plaga puede diezmar producción de cítricos. ¿Cómo enfrentarla?

Neife Castro 23 de Abril 2025
HLB: ¿Cómo enfrentar la plaga que amenaza la citricultura?Foto: fertilab.comHuanglongbing (HLB) es una enfermedad bacteriana que ha causado estragos en plantaciones de cítricos.

La enfermedad HLB es una de las mayores amenazas para la citricultura colombiana y ya está presente en nueve departamentos del país. Un investigador de Agrosavia explica cómo identificarla, prevenirla y enfrentarla.


La citricultura colombiana enfrenta una amenaza silenciosa pero devastadora: el Huanglongbing (HLB), una enfermedad bacteriana incurable que ha causado estragos en plantaciones de cítricos en diversos países y ya está presente en el territorio nacional.

Expertos advierten que el control oportuno y la implementación de estrategias integrales son la única vía para proteger esta importante cadena productiva.


¿Por qué es tan peligroso?


El HLB, también llamado “greening” o “dragón amarillo”, es una enfermedad causada por una bacteria que afecta el sistema vascular de los cítricos, impidiendo la circulación adecuada de nutrientes. Se transmite a través de un insecto vector: el Diaphorina citri, conocido como psílido asiático de los cítricos.

Se le conoce como HLB o Huanglongbing por el nombre que recibió en China en alusión a los síntomas de brotes amarillos en algunos sectores de la planta. Aunque ha recibido varios nombres en otros países, la denominación oficial es la del país asiático.

Una vez que un árbol es infectado, los síntomas pueden tardar en aparecer, lo que dificulta su detección temprana. Las señales más comunes incluyen hojas moteadas, frutos deformes y con sabor amargo, caída prematura y debilitamiento progresivo de la planta hasta su muerte. Esta enfermedad puede acabar con cultivos completos si no se toman medidas de control efectivas.



Alerta en Colombia


Aunque inicialmente se detectó en países de Asia y luego en América Latina como Brasil y México, el HLB ya se encuentra en Colombia.

Luis Fernando Gómez, investigador máster de Agrosavia y experto en citricultura, reveló que la enfermedad fue confirmada en 2022 en los departamentos de La Guajira, Magdalena, Atlántico, Bolívar y Cesar.

Posteriormente, en 2023, se identificaron casos en Antioquia, Santander y Norte de Santander, y para inicios de 2024, ya había presencia en el Valle del Cauca.

“La situación es preocupante porque esta enfermedad no tiene manejo curativo, y su avance puede diezmar la producción citrícola del país si no se controla correctamente”, precisó Gómez.


Cómo combatir el HLB


Gómez insiste en que el abordaje del HLB debe ser integral y coordinado entre productores, gremios e instituciones públicas. Estas son las principales recomendaciones:

1. Prevención en viveros: La primera línea de defensa es la producción de plantas certificadas en viveros tecnificados, libres de HLB y protegidos con mallas. El uso de material vegetal sano es clave para evitar la propagación.

2. Monitoreo constante y eliminación de focos: Una vez que la enfermedad se instala, el monitoreo activo y la erradicación de árboles infectados son fundamentales. “Un árbol infectado se convierte en un foco de contagio para el resto del cultivo”, afirmó el investigador.

3. Control del insecto vector: El manejo del psílido asiático debe hacerse con herramientas biológicas, culturales y, en casos específicos, químicas. Se recomienda evitar el uso indiscriminado de insecticidas para no generar resistencia en el insecto ni afectar enemigos naturales.

4. Capacitación a productores: Agrosavia, junto con otras entidades como el ICA y Asocítricos, viene promoviendo jornadas de formación para que los citricultores reconozcan los síntomas y sepan actuar ante un brote.

5. Responsabilidad compartida:*“*Si un productor elimina sus árboles enfermos pero su vecino no, el control no sirve de nada”, enfatizó. Por eso, el control del HLB exige compromiso colectivo.


Amenaza para una cadena vital


La citricultura colombiana tiene más de 100.000 hectáreas sembradas en todo el país y representa el sustento para miles de familias campesinas.

El avance del HLB pone en riesgo no solo la seguridad alimentaria, sino también la economía rural. Según Gómez, aún estamos a tiempo de frenar esta amenaza, pero se necesita voluntad, acción rápida y trabajo conjunto.

“No hay espacio para la indiferencia. El HLB llegó para quedarse, y si no actuamos ahora, podríamos lamentar pérdidas irreparables”, concluye.

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