Conozca la crítica situación de inseguridad en La Guajira y Cesar

Esto eventos han propiciado una atmósfera de temor y ansiedad en las áreas rurales de los dos departamentos donde se han reportado ataques y actos de violencia e inseguridad. La situación en La Guajira es especialmente crítica debido a los ataques perpetrados por la población wayú.

Estos incidentes han contribuido significativamente a un aumento en los niveles de inseguridad, afectando no solo a la comunidad local, sino también a los visitantes y residentes de esta región.

De acuerdo a Eudes Antonio Garzón, médico veterinario zootecnista y profesional de Fedegán-FNG en la región de La Guajira y Cesar, “se está presentando un paro y bloqueo de los indígenas wayú en distintos municipios y corregimientos de La Guajira. Esta comunidad bloque las carreteras principales para exigir muchos más beneficios y asistencialismo de los que tienen”.

El profesional asegura que esta situación se volvió recurrente, llevando a que esta comunidad utilice las vías de hecho para hacer valer sus exigencias.

“Están alentados porque cierre tras cierren se logra el objetivo porque se cumplen sus exigencias. Esto sucede a costa de la tranquilidad y de imposibilidad de la movilización del resto del departamento”, señala Garzón.

Los ataques, que parecen ser dirigidos principalmente contra la población no wayú, han generado un clima de incertidumbre y desconfianza en la zona.

Abigeato, un problema de nunca acabar en Cesar

Por otro lado, el abigeato en el Cesar se ha convertido en un problema cada vez más preocupante. Recientemente, se reportó el robo de catorce vacas gordas y dos toros en el municipio de El Paso, lo que ha generado preocupación entre los ganaderos y residentes locales.

Según Garzón, “desafortunadamente en este caso, los delincuentes llegaron a la finca y abordaron a los trabajadores. A los que estaban en la casa los amarraron en una habitación mientras recogían el ganado. Estos delincuentes hicieron una selección de los animales con mejor estado corporal y procedieron a llevárselos”.

El profesional comenta que con este caso “comenzaron a trabajar los frentes solidarios de seguridad ganadera. Gracias a esta red y al apoyo de toda la comunidad ganadera, se logró determinar con efectividad y mayor velocidad cuántos animales fueron robados y qué vías tomaron los delincuentes, lo que le da mayores pistas a las autoridades para que puedan trabajar”. (Lea en CONtexto ganadero: La comunicación, un aliado para los Frentes Solidarios de Seguridad Ganadera)

Además del abigeato, se han registrado varios intentos de secuestros dirigidos a ganaderos en la región. Estos incidentes han sembrado el miedo entre la comunidad ganadera, que se siente vulnerable y expuesta a la delincuencia. La amenaza del secuestro no solo afecta la seguridad personal de los ganaderos, sino que también tiene un impacto en la economía local y la estacionalidad social de la región.

Finalmente, teniendo en cuenta esta creciente ola de inseguridad, los productores deben tener claro el árbol telefónico de los frentes solidarios de seguridad ganadera, que comienza y termina con el coordinador de esta iniciativa. (Lea en CONtexto ganadero: Frentes Solidarios de Seguridad Ganadera, una respuesta al clamor de los productores del campo)

Esta persona mantiene una comunicación directa con los demás coordinadores de los frentes y las autoridades de las distintas regiones, para que se coordine de forma más rápida y ágil.