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crónica ganadería de leche

Foto: Cortesía Granja Tepeyac.

cronica

Georgina, la joven ganadera de la quinta generación

por: - 31 de Diciembre 1969


En la granja Tepeyac, ubicada en el estado de Hidalgo, municipio de Francisco I. Madero, zona desértica de México, se han forjado raíces ganaderas de generación en generación. Tatarabuelo, bisuabuelo, abuelo, padre e hijos hacen parte de esa herencia. Georgina Gutiérrez es la más reciente descendiente a cargo del negocio de leche en esta finca.   Georgina, de 29 años de edad, creció en Tepeyac, granja que está a una altura de 2.000 metros sobre el nivel del mar y tiene 53 hectáreas con 420 vacas en ordeño y 380 terneras, producto del sistema de cruzamiento rotativo que inició en 2003 con las razas holstein, montbeliarde y sueco rojo.   El tarabuelo desempeñó en vida diferentes labores en la finca donde construyó su amor por los rumiantes, sentimiento que transmitió a sus hijos. Con el paso de los años, esos herederos hicieron lo mismo con sus descendientes, hasta que, pasados 70 años, Georgina, constituye la quinta generación que sigue al frente del mandato de la empresa familiar. (Lea: Amamantador de terneras, opción rentable en lechería especializada)   La joven administradora de empresas relata que su padre un día la sentó junto con su hermano, para proponerles vincularse en el negocio de leche en Tepeyac. Geogina, pese a que no conocía mundo diferente al mugir de las vacas y el olor de la leche fresca, no estaba interesada en la propuesta; se enfocaba en sus estudios.   Pero las cosas cambiaron en un evento de jóvenes ganaderos, en el cual, supo que podía poner en práctica su profesión en la empresa familiar de leche. Fue así como a los 23 años, le contó a su padre que trabajaría en Tepeyac, lugar, dice Georgina, en el que solía laborar, pero por diversión, en las vacaciones de verano.   “De pequeña en vacaciones de verano trabaja en el rancho. A los 15 años no quería dedicarme a eso, pero el amor por las vacas está en la sangre y ahora creo que volvería a poner vacas en otra situación de trabajo”, dice la joven ganadera.    6 años han pasado desde que tomó la decisión de aceptar ser la quinta generación vinculada al negocio de leche en un hato que produce 36 litros diarios por res en 3 ordeños, logro alcanzado tras los avances tecnológicos incorporados en el predio y la calidad alimenticia dada a las reses.   Georgina está a cargo de la revisión de egresos e ingresos, maneja el inventario, nómina laboral y los trámites gubernamentales. “Yo veo que coincidan todas las cuentas”, añade. (Lea: Joven colombiano de 30 años lidera exitosa empresa ganadera)   En Tepeyac trabajan 30 personas, más la tercera generación, su abuelo; la cuarta generación, su padre; y Georgina y su hermano, la quinta. Asegura que si tiene hijos, esperaría que se unieran a la empresa familiar con la misma metodología usada por su padre, de hablarles de los retos que tendrían al llevar acuestas, un hato grande de leche.   Pocas mujeres ganaderas en México   Georgina asegura que son pocas las mujeres vinculadas a la ganadería en México y las médicas veterinarias suelen trabajar en laboratorios. Un ejemplo de ello, es que la mexicana es la primera mujer que sigue los pasos de la lechería en su familia. Ni su madre ni su abuela lo hicieron.   Aun así, ha sabido encarar la labor en el predio mediante un diálogo directo con sus familiares a quienes no duda en hablar con claridad de la importancia de renovar el hato, aunque sabe que es una tarea difícil de hacer, por las costumbres que abuelo y padre no quieren dejar atrás.   Poca ayuda del Gobierno   Los obstáculos en la actividad se observan también en el sistema gubernamental de México. De acuerdo con la administradora de Tepeyac, “el mayor problema con el sector agropecuario son los subsidios que dan siempre a los más pequeños. Hemos solicitado apoyo pero por el tamaño no lo hacen. Siempre quieren dividir de a poco y tener a la gente contenta siendo poquiteros”. (Lea: 'Dos mujeres y una vaca', film que refleja parte de la realidad rural colombiana)   Mensaje a los jóvenes ganaderos   Georgina estuvo en Bogotá, Colombia, para hablar frente a más de 250 productores de leche sobre la empresa familiar. En ese espacio mostró su conocimiento del mundo ganadero, pese a su corta edad, lo que no es ni será un impedimento para continuar a la cabeza de Tepeyac.   Por eso se dirige a los jóvenes ganaderos colombianos diciendo que siempre habrá temor a equivocarse y decepcionar a abuelos y padres, pero, enfatiza, “echando a perder se aprende” y con nuevas ideas se enfrentan los miedos, mientras se saca adelante un hato que cumple 7 décadas.