Este sistema fue diseñado para mejorar la trazabilidad del ganado en Colombia, permitiendo la identificación precisa y detallada de cada bovino desde su nacimiento hasta su llegada al consumidor final.

Fue establecido en un momento clave para la ganadería colombiana. En la Ley 914 de 2004 se detalló que su principal objetivo sería crear un sistema universal, obligatorio y gradual que garantizara la trazabilidad de los bovinos y sus productos. Según la ley, esta trazabilidad no solo buscaba asegurar la calidad de los productos cárnicos, sino también mejorar la seguridad pública, facilitar la comercialización internacional y apoyar el desarrollo genético de la ganadería​.

La creación del Sistema Nacional de Identificación e Información del Ganado Bovino - Sinigán fue un paso pionero, como bien lo destacó Roberto Bruce, director jurídico de Fedegán-FNG: “En materia de trazabilidad, quienes estuvimos a la vanguardia con el tema fue el sector ganadero. El primero que se preocupó por el tema, y de la mano con el Gobierno nacional y el Ministerio de Agricultura, se tramitó la Ley 914”.

El sistema fue concebido como una herramienta de control crucial para mejorar la competitividad del sector ganadero colombiano en el escenario global. (Lea en CONtexto ganadero: La implementación del nuevo sistema Sinigan ha generado caos en los trámites de movilización)

Por su parte, Augusto Beltrán, secretario técnico del Fondo de Estabilización para el Fomento de la Exportación de Carne, Leche y sus Derivados (FEP), destacó la falta de consistencia en la implementación del Sinigán: “El sistema de identificación bovina, Sinigán, comenzó con mucho potencial y fue un paso importante para la trazabilidad en la ganadería. Sin embargo, con el tiempo, no ha logrado cumplir con las expectativas que se tenían”.

A pesar de ser considerado un instrumento crucial para la apertura de nuevos mercados, Beltrán concluyó que “su implementación no ha sido lo suficientemente efectiva ni consistente, (lo que) ha limitado la capacidad del sector para asegurar la trazabilidad completa”, un requisito indispensable para la competitividad de la carne colombiana en el exterior. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca el paso a paso para el adecuado manejo del Sinigan)

Implementación del Sinigán: entre logros y obstáculos

A pesar del fuerte inicio del Sinigán, su implementación no ha sido continua ni tan eficiente como se esperaba. De acuerdo con el director jurídico de Fedegán-FNG, uno de los principales desafíos surgió en 2012, cuando la administración del sistema fue transferida de Fedegán al Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).

Según Bruce, “durante el tiempo en que Fedegán administraba el sistema, se lograron avances significativos, especialmente en la identificación del ganado en la frontera con Venezuela debido al riesgo sanitario que representa ese país”. No obstante, cuando el ICA asumió la administración a finales de 2012, se perdió la continuidad y ka interoperabilidad con otros sistemas, lo que afectó la funcionalidad del Sinigán en su totalidad.

De hecho, Bruce también subrayó la problemática de la interoperabilidad entre los sistemas creados después de la transferencia, lo cual generó “dificultades en el manejo de la información”, afectando la efectividad del sistema. Este problema ha sido uno de los principales obstáculos para lograr la trazabilidad completa que exige el mercado internacional.

En 2013, el Gobierno de Juan Manuel Santos impulsó la Ley 1659 de 2013, que hizo modificaciones sustanciales a la Ley 914. Este cambio buscaba actualizar y fortalecer el marco normativo relacionado con la trazabilidad en el sector ganadero, pero algunos aspectos fundamentales de la Ley 914 permanecieron vigentes. De acuerdo con el director jurídico de Fedegán-FNG, “muchos de los objetivos de la Ley 914 fueron adoptados en la Ley 1659”.

No obstante, tras dos décadas de existencia, el Sinigán sigue siendo una herramienta clave para la ganadería colombiana, pero su efectividad ha sido cuestionada debido a la falta de avances sostenidos. Bruce destaca la importancia de comparar las dos leyes y los resultados obtenidos: “La Ley 914 fue la primera ley en materia de trazabilidad en el país, y eso hay que resaltarlo. Fue una iniciativa del sector ganadero acompañada por el Gobierno”.

La unificación de los sistemas

Sin embargo, a pesar de esta iniciativa pionera, la realidad es que el avance del sistema ha sido lento, lo que ha llevado a perder oportunidades comerciales en mercados internacionales. Después de 10 años de haber asumido la administración del Sinigán, el ICA atendió la falta de interoperabilidad del sistema, tras el lanzamiento de la plataforma unificada de Sinigán en agosto de 2022.

Durante muchos años, Colombia tuvo 3 sistemas relacionados con el inventario ganadero, lo que generó confusión sobre las cifras oficiales y burocracia innecesaria. Además del Sinigán, estaba Sigma, con el cual se expedían las guías de movilización, y Sagari, que llevaba los registro de vacunación contra fiebre aftosa. Luego de varios meses de trabajo continuo e incansable entre el sector público y privado (con Fedegán como uno de sus principales representantes), se unificaron las bases de datos para tener un manejo más claro y centralizado de la información ganadera, facilitando el cumplimiento de los estándares internacionales de trazabilidad.

Aun así, este propósito de trazar todo el ganado aún sigue sin materializarse. De hecho, desde abril de 2022, el ICA dejó de publicar en su página web las cifras oficiales del Sinigán, con un número de animales identificados superior a los 5.700.000, pero todavía muy lejos de los casi 30 millones que hacen parte del inventario bovino nacional. Y solo hasta junio de este año entró en funcionamiento el módulo de movilización del Sinigán, también con sus fallas.

A su vez, Beltrán también enfatizó la importancia de reforzar los esfuerzos en la optimización del sistema para no seguir perdiendo oportunidades en mercados clave. La trazabilidad es fundamental para cumplir con los requisitos sanitarios y de calidad que imponen mercados como el europeo o el norteamericano, y es crucial que Colombia logre consolidar un sistema más efectivo para competir en estos escenarios.

En conclusión, aunque el Sinigán ha sido una herramienta valiosa, es necesario que tanto el sector público como privado redoblen esfuerzos para revitalizar su implementación. Como bien señala Bruce, “lo ideal hubiera sido que al cabo de 20 años ya tuviéramos un sistema de trazabilidad fortalecido y operando a plena capacidad”.

Hoy más que nunca, el sector ganadero colombiano enfrenta el desafío de asegurar que la trazabilidad del ganado sea efectiva y esté alineada con los estándares internacionales, para así maximizar las oportunidades comerciales y consolidar su competitividad en el exterior.