La muerte de una mujer en Jericó ha encendido las alarmas en la región, pues presuntamente habría muerto tras haber contraído el virus de un tigrillo infectado. Las autoridades intensifican la vacunación y vigilancia epidemiológica, mientras ganaderos temen un posible brote que afecte a sus animales.
El reciente caso de rabia humana en Jericó, Antioquia, ha generado una alerta sanitaria sin precedentes en la región. Una mujer perdió la vida luego de contraer el virus, presuntamente tras manipular un tigrillo infectado en su predio, lo que llevó a las autoridades a tomar medidas urgentes para evitar nuevos contagios.
La Secretaría de Salud de Antioquia, en conjunto con el Instituto Nacional de Salud, activó el Consejo Departamental de Zoonosis y una sala de análisis de riesgo con el fin de implementar estrategias de contención. (Lea en CONtexto ganadero: ICA expide nueva normativa para la prevención y control de la rabia de origen silvestre)
Entre las principales medidas está la intensificación de las campañas de vacunación antirrábica en perros y gatos, así como el fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica para monitorear posibles brotes.
Las autoridades han hecho un llamado enfático a la comunidad para que evite el contacto con animales silvestres y se asegure de mantener al día la vacunación de sus mascotas. La colaboración ciudadana es clave para cortar la cadena de transmisión y evitar una crisis mayor.
Este caso de rabia humana es el primero registrado en Antioquia en 29 años, lo que aumenta la preocupación y hace que las medidas preventivas sean aún más necesarias.
Temor del gremio
La noticia ha causado gran inquietud entre los ganaderos del suroeste antioqueño, quienes temen que el virus pueda afectar también a sus animales. Juan Manuel Cardona, profesional del proyecto local de La Pintada, expresó que los productores están en máxima alerta, conscientes del impacto que un brote de rabia podría tener en la región.
Por su parte, Eliana Gallo, subdirectora de Salud y Bienestar Animal de Fedegán – FNG, hizo un llamado a la responsabilidad.
“La rabia es una enfermedad extremadamente grave que impacta la salud pública y puede cobrar vidas humanas. La vacunación es nuestra mejor herramienta de prevención. Cada año, en ganadería, se realiza la vacunación contra la rabia de origen silvestre junto con la fiebre aftosa en los municipios priorizados por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA). La vacuna aftorabia protege contra ambas enfermedades en un solo proceso”, señaló.
Además, resaltó la importancia de que los ganaderos notifiquen al ICA si detectan síntomas neurológicos en sus animales, como andar errático, babeo o convulsiones, ya que una respuesta rápida puede marcar la diferencia para contener el virus. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Cómo evitar la rabia bovina en su ganadería?)
La alerta sanitaria en Jericó ha dejado claro lo vulnerables que pueden ser las zonas rurales frente a enfermedades zoonóticas. Por eso, la ciudadanía y pobladores rurales deben seguir las recomendaciones de las autoridades y estar alerta ante cualquier síntoma inusual tanto en humanos como en animales domésticos y silvestres.