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“El río se llevó mis 10 terneras”: víctima de avalancha en Pasto

Angie Barbosa 17 de Marzo 2025
Ganadero víctima de la avalancha en PastoFoto: CortesíaLa tragedia golpeó con fuerza al corregimiento de El Encano, en Pasto, el pasado 7 de marzo, cuando una avalancha arrasó con todo a su paso.

Danilo García, ganadero que perdió a sus animales en una de las inundaciones que se vienen presentado en varios corregimientos del departamento de Nariño narró la incertidumbre y tristeza por las que atraviesa luego de haber perdido su sustento.


La tragedia golpeó con fuerza al corregimiento de El Encano, en Pasto, el pasado 7 de marzo, cuando una avalancha arrasó con todo a su paso. Danilo García, ganadero de la vereda Bella Vista, perdió casi todo su sustento en cuestión de minutos. (Lea en CONtexto ganadero: Declaran calamidad pública en Pasto, ganaderos, los más afectados)

"La avalancha fue a las 4 de la tarde", recuerda García. El río, desbordado por la furia de la naturaleza, asoló el terreno donde tenía sus animales. "Se llevó 10 terneros de los 12 que tenía. Eran de una herencia que me dejó mi abuelo paterno y yo tenía pensado venderlos para invertir ese dinero", lamenta y cuenta que también perdió un galpón con gallinas y cuyes, propiedad de un sobrino que vivía con él.


El día del desastre


El 7 de marzo, Danilo llegó a su casa a las tres de la tarde, tras una jornada de trabajo con el ganado. "Me puse a fumigar la papa cuando empezó a tronar impresionante, pero no llovía. Parecía que se quería caer el cielo. Luego comenzó a llover muy fuerte, como por diez minutos", relató.

La situación lo llevó a desplazarse al pueblo, pero al poco tiempo recibió la noticia de que la vía había sido cerrada, así que tuvo que tomar otro camino. Relata que desde una loma pudo ver la magnitud del desastre: "El ruido del río era impresionante, nunca lo había escuchado tan enfurecido".

Su mayor preocupación fue su familia. "Llegué hasta la casa a mirar a mis hijos y a mi esposa. Por fortuna, ella y el niño estaban en Pasto en una cita médica". Pero lo que encontró lo dejó devastado: "Todo estaba irreconocible. Cerca estaba la casa de mis abuelos paternos y ya se la había llevado el agua. No nos quedó nada, ni el recuerdo. Solo quedaron palos, barro y piedras".

Las primeras noches fueron difíciles. "Nos tocó irnos a buscar posada donde un tío. Al segundo día, volvimos a la casa y cuando me había acostado, a las 9:30 de la noche, un vecino llegó a decirnos que nos saliéramos otra vez por precaución" contó García.

Con el temor aún latente, al día siguiente comenzaron las labores de limpieza. Ahora, la zona donde antes pastaban sus animales es un terreno desolado cubierto de tierra y arena. "Estamos esperando que envíen maquinaria para despejar el terreno porque hay puros palos y piedras", afirma.


Deudas e incertidumbre


A pesar de la pérdida, Danilo y su familia buscan salir adelante. "Estamos para recuperarnos de todo esto y seguir trabajando", dice con determinación.

Sin embargo, la incertidumbre económica lo atormenta. "Trabajo con ganado y tengo un crédito en el Banco Agrario. Me prestaron para comprar vacas de leche. Ahora no sé qué hacer porque tengo la cuota en el banco y perdí todo. El préstamo es de 22 millones y he pagado apenas tres cuotas".

García cuenta que la situación en la comunidad sigue siendo crítica: "Varias entidades han venido y nos han traído mercados, pero el alcalde se pronunció y dijo que no había plata para reubicación. Creemos que necesitamos un muro de contención para poder vivir tranquilamente".

Mientras espera apoyo de las autoridades, Danilo sigue adelante por su familia: "Tengo a mi esposa y dos hijos, una niña de 8 años y un niño de 4. Hay que seguir".


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