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Ganaderos de Sucre claman por vías: “Aquí no entra ni una mula cuando llueve”

Melanny Orozco 24 de Abril 2025
comercio de leche en SucreFoto: larazon.coEntre mayo y noviembre, la historia se repite. Las lluvias inundan los caminos destapados.

Cada invierno convierte al campo del municipio sucreño en una trampa de lodo donde la leche y la carne solo pueden salir por canoa. Sin carreteras transitables y con un transporte fluvial costoso, los productores pierden competitividad y oportunidades, mientras esperan soluciones que nunca llegan.


Durante la época de lluvias en el municipio que lleva el nombre del departamento, los ganaderos enfrentan altos costos y aislamiento por falta de vías, afectando la economía rural y el comercio de productos lácteos y cárnicos.

Cada año, entre mayo y noviembre, la historia se repite. Las lluvias inundan los caminos destapados y convierten las fincas del municipio de Sucre en islas desconectadas. (Lea en CONtexto ganadero: Ganadería a prueba de inundaciones: ¿cómo aprovechar el fuerte invierno?)

De acuerdo con Mario Antonio Marenco García, miembro del Comité de Ganaderos de Sucre, “aquí no hay carretera, solo caminos de barro. Apenas llueve, no entra ni una mula”.

La región, reconocida por su ganadería, depende casi exclusivamente de la leche como producto de mayor circulación. Sin embargo, la ausencia de infraestructura adecuada impide una comercialización eficiente, encareciendo el transporte y limitando el acceso a los mercados.

En tiempos de invierno, la única opción viable para movilizar los productos ganaderos es la vía fluvial. Según Marenco García, “hay que llevar la leche en canoa hasta Magangué. Si hay suerte y el río está navegable, se llega. Si no, toca buscar la carga de carrocoche”.

Este tipo de transporte implica costos adicionales en embarque, desembarque y almacenamiento, lo que reduce las ganancias de los productores y dificulta la sostenibilidad del negocio.

Durante los meses de verano, algunos caminos logran llegar por la vía de San Marcos, aunque el ingreso de vehículos pesados sigue siendo casi imposible. Marenco García afirmó que “aquí no entra mula, no entra nada de eso”.

A pesar de las dificultades, la región mantiene una producción importante de leche. En épocas secas, compradores de queso provenientes de la sabana, especialmente de municipios como Sincé, llegan a abastecerse.

No obstante, cuando llegan las lluvias, la movilidad se detiene y con ello el comercio. Los precios de la leche oscilan entre $1.600 y $2.400 pesos por litro, pero sin vías que garanticen la entrega constante, el mercado se vuelve inestable.


¿Y las soluciones?


Desde hace meses, se habla de la construcción de la vía Cauchal – San Marcos, la más cerca al municipio. Pero según el ganadero, las obras aún no han impactado la movilidad local. (Lea en CONtexto ganadero: Carretera entre San Marcos y Majagual, un sueño hecho realidad)

Mientras tanto, Majagual se planea instalar un tanque de acopio para mejorar la conservación de la leche, una iniciativa impulsada por el presidente del Comité de Ganaderos de La Mojana, Enrique Martínez. Sin embargo, aunque valiosa, esta medida no resuelve el problema principal que es la falta de carreteras y vías terciarias en la zona.

Finalmente, Marenco García aseguró que “he estado en una odisea para sacar un litro de leche”, siendo esta una preocupación de todos los ganaderos, que año tras año, deben improvisar soluciones en medio del abandono.


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