Productores en el departamento enfrentan una crisis agravada por la caída en el precio de la leche y la escasez de alimento debido al verano. Piden apoyo en comercialización, acceso a créditos y suministro de alimento para evitar mayores pérdidas.
Los ganaderos del Atlántico atraviesan una crisis que se repite año tras año, pero en esta ocasión se ha agudizado. La combinación de precios en la leche y la escasez de alimento por el verano ha dejado a muchos productores al borde del colapso. (Lea en CONtexto ganadero: Ganaderos en aprietos: desde Atlántico y Caldas piden soluciones para la crisis lechera)
El precio de la leche ha caído drásticamente en la región, oscilando entre $1.900 y $2.100 por litro, cifras que resultan insuficientes para cubrir los costos de producción. Según la Unidad de Seguimiento de Precios del Ministerio de Agricultura, el valor promedio para todo el departamento estuvo por encima de los $2.400 hace un año.
A esto se suma el impacto del verano, que ha reducido la disponibilidad de pasto y ha obligado a los productores a buscar alternativas costosas para alimentar a su ganado.
Meldenson Castañeda, representante legal de la Asociación de Pequeños Productores de Leche de Candelaria (Atlántico), expresó la frustración del sector: “Estamos sufriendo los ganados con el precio de la leche. Mientras algunos la pagan a $2.100, a otros a $1.900. Nos sentimos desprotegidos. Siempre tenemos el mismo problema en esta época, y ahora el verano nos está golpeando fuerte. Los queseros, que hacen competencia a otras empresas, no trabajan igual y eso nos afecta”.
La crisis también ha impactado el comercio de ganado en pie. La arroba de bovino se ha mantenido a $160.000, pero muchos pequeños productores no pueden acceder a las subastas, lo que limita su capacidad de comercialización.
Castañeda aseguró que “vemos los listados de Fedegán de las subastas, pero no tenemos el alcance para participar”.
Soluciones concretas
A pesar de que este año no ha sido el más seco de la historia, las condiciones siguen siendo difíciles. Jesús Oliveros, ganadero del Atlántico, reconoció que las lluvias esporádicas han mitigado un poco la sequía, pero no lo suficiente.
“Estamos pasando por un verano, aunque no tan intenso como en otras épocas, porque ha llovido de manera esporádica. Sin embargo, sigue siendo complicado mantener la producción con los recursos actuales”, describió Oliveros.
El problema principal sigue siendo la falta de alimento. “Hemos pedido comida porque las temperaturas están altas y el ganado está sufriendo, pero hasta ahora no hemos recibido nada”, enfatizó Castañeda.
La demanda de silos y suplementos alimenticios es urgente para evitar la pérdida de más animales y la reducción de la producción. (Lea en CONtexto ganadero: Ganaderos del Atlántico continúan recibiendo silo)
Otro problema que enfrentan es la falta de apoyo en la comercialización. Según los ganaderos, las cooperativas no están funcionando como deberían, dejando a muchos productores sin alternativas justas para vender su leche. Castañeda explicó que, “necesitamos ayuda para vender a un precio más justo. A veces toca aceptar lo que paguen porque no hay más opciones”.
Para los ganaderos, el problema podría aliviarse si existieran medidas de apoyo reales como accesos a créditos blancos para comprar alimentos o mejorar las fincas. Los productores piden acciones urgentes, pues cada año enfrentan la misma crisis sin respuestas concretas. Mientras tanto, solo queda esperar que las lluvias se estabilicen para aliviar la situación.