Ganaderos y arroceros creen que solo la ayuda divina puede salvarlos de la catástrofe que están viviendo por cuenta de la sequía. Animales muertos, reducción del área sembrada y escasez de lluvias hacen parte del panorama actual del departamento. El sector agropecuario del Cesar vive momentos poco alentadores. Según cifras reveladas por un diario local, las pérdidas del campo cesarense sumaban en el mes de julio cerca de $204 mil millones, todas ellas a causa del fenómeno de El Niño. (Lea: Piden extender convenio de suplementación por cuenta de El Niño) Según pudo conocer CONtexto Ganadero, la sequía en el departamento va a completar 3 años, por lo que según los agricultores y empresarios pecuarios, solo un milagro podría cambiar la actual condición de la región. David Hernández, presidente del Comité de Ganaderos de Codazzi, rechazó que en las Alcaldías locales no se hubiera acogido la medida de la Gobernación de declarar la calamidad pública por cuenta de la sequía, ya que aunque en los últimos días ha llovido, aún no hay una recuperación total de los animales y las praderas, sin tener en cuenta que han aparecido ectoparásitos en las fincas. “Hemos tenido pérdidas grandísimas, el sector agropecuario, especialmente el empresario bovino está muy atropellado por lo que está pasando en el Cesar. Las únicas ayudas que hemos recibido han sido gracias a Fedegán y el convenio con el Ministerio de Agricultura, pero han sido pocas y demoradas. Eso es como la medicina que llega después de que el enfermo se murió”, expuso. (Lea: 10 causas de la crisis que afronta la región Caribe) El dirigente recalcó que las muertes de animales han sido muchas y aseguró que muchos productores no pudieron producir ni un solo litro de leche durante más de 4 meses, por lo que la economía de los empresarios no pasa un buen momento. En tanto, Eduardo Plazas, gerente ejecutivo del Comité de Ganaderos del Valle del Ariguaní, destacó lo que ha venido ocurriendo con tras la apertura de la bodega de suplementación en Bosconia, especialmente aquellos que están viviendo una situación crítica. Recalcó que las pérdidas económicas han sido cuantiosas por cuenta de la muerte de semovientes, eso sin tener en cuenta los gastos adicionales en los que deberán incurrir los productores para recuperar los bovinos flacos e improductivos que aún están en las fincas. “Un hato ganadero que se desmejore por sequía y falta de alimento no tiene ningún valor, por lo que es difícil estimar los daños económicos que ha causado el verano en el departamento. Realmente da pesar ver a los animales que han sobrevivido a esta temporada, están flacos y escuálidos, pero el ganadero no se rinde y hace todo por mantenerlos vivos con el poco alimento que consigue”, agregó. (Lea: Sucre, el departamento más afectado por el verano en 2015) Por su parte, Hernán Aramendiz Oñate, director ejecutivo de la Federación Nacional de Arroceros, Fedearroz seccional Valledupar y sur de La Guajira, señaló que para los productores de la zona de Badillo la crisis fue más grave el año pasado, ya que en el primer semestre de 2014, de un área de influencia de 7.500 hectáreas, 2.700 resultaron perjudicadas por la sequía. Ese hecho causó unas pérdidas de al menos $7.000 millones. “Afortunadamente la mayor parte de la siembra estaba en la parte vegetativa y algo pudo recuperarse, pero no se lograron los rendimientos que se esperaban. Para este año, que se veía venir un verano tan fuerte, los productores fueron más prudentes y sembraron en menor cantidad, es decir el área de siembra se redujo en un 50 %”, remató. En el departamento agradecieron a Dios el coletazo del huracán ‘Patricia’ ya que eso generó fuertes lluvias en los últimos días, pero confían en un milagro para que concluya El Niño. (Lea: El intenso verano toca las puertas del Valle de Cauca)