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¿Casas de pique en la Sierra Nevada? Denuncian 11 desmembramientos en menos de un año

José D. Pacheco Martínez 08 de Abril 2025
Masacre en Santa MartaFoto: impactonews.coEn octubre del 2024 una pareja de esposos fue desmembrada en Palomino, Guajira. Esta fue la imagen que dejó ese macabro hecho.

Con el hallazgo del cuerpo cercenado de un ciudadano italiano en el barrio Villa Betel de Santa Marta, ya son 11 los casos similares registrados desde 2024. La defensora de derechos humanos Norma Vera Salazar alertó sobre el aumento de la sevicia de los grupos armados y la impunidad que perpetúa esta barbarie.


El pasado 7 de abril, Santa Marta volvió a ser escenario de un horror que se ha vuelto demasiado común: el hallazgo de un cuerpo desmembrado. En Villa Betel, niños del sector encontraron una bolsa con una cabeza humana, mientras que en una maleta cercana se halló el torso de la víctima.

Este caso, ampliamente denunciado por Norma Vera Salazar en un hilo publicado en X, representa una escalada más en la guerra territorial entre las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada (ACSN) y el Clan del Golfo (AGC).

“Desde 2024, hemos documentado 11 casos de desmembramientos en Magdalena y La Guajira. Estos actos no son solo crímenes atroces; son mensajes diseñados para infundir terror en las comunidades y eliminar cualquier resistencia”, escribió.

La defensora de derechos humanos destacó que estos crímenes no solo violan las leyes nacionales, sino también el Derecho Internacional Humanitario (DIH), al profanar cadáveres y atacar indiscriminadamente a la población civil.

Entre los casos más impactantes que Vera Salazar detalló está el ocurrido el 19 de marzo de 2025 en Pueblo Viejo, donde tres pescadores fueron asesinados con extrema violencia. Uno apareció flotando en la ciénaga con disparos, mientras que Darío Ariza, de 63 años, fue decapitado y su cabeza guardada en una nevera.

“Este nivel de sevicia busca paralizar a las comunidades mediante el miedo”, denunció.

Otro episodio aterrador tuvo lugar el 23 de octubre de 2024 en Palomino, donde Nivardo Marín y Saudí Cotes, presuntos miembros del Clan del Golfo, fueron torturados y desmembrados; sus restos fueron abandonados en sacos de café. El mensaje era claro: ningún rival está a salvo.

“Estos actos no solo buscan controlar territorios; buscan aniquilar cualquier vestigio de humanidad”, señaló Vera Salazar.


Llamado urgente a la acción


Norma Vera Salazar cerró su hilo con un llamado contundente: “No podemos permitir que esta barbarie se normalice. Las autoridades deben actuar con firmeza para detener esta cadena de violencia e impunidad”.

Según ella, la respuesta estatal ha sido insuficiente frente a la magnitud del problema.

La población civil está atrapada entre dos fuegos mientras los responsables siguen actuando con total libertad”, advirtió.

La comunidad samaria ha expresado su indignación mediante protestas y mensajes como “¡Nos siguen matando!”, exigiendo justicia y seguridad. Sin embargo, los habitantes temen que estos crímenes sigan ocurriendo si no se toman medidas estructurales para enfrentar a los grupos armados.

Mientras tanto, el alcalde de Santa Marta, Carlos Pinedo Cuello, anunció una recompensa de $50 millones y operativos para capturar a los responsables del reciente crimen en Villa Betel. Vea su declaración más abajo o en el siguiente enlace.

Sin embargo, para muchos ciudadanos y líderes sociales, estas acciones parecen insuficientes frente a una crisis que ha dejado profundas cicatrices en toda la región.

Norma Vera concluyó su denuncia con un mensaje que parece ser mal augurio de unos diálogos sociojurídicos que empezaron mal.

“La paz no será posible mientras sigamos permitiendo que estos actos queden impunes. Es hora de actuar antes de que sea demasiado tarde”, puntualizó.

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