Agricultores y ganaderos de diferentes regiones del país se encuentran en una complicada situación, ya que además de ser víctimas de la mala aplicación de la Ley de Restitución de tierras, están siendo estigmatizados como paramilitares por oponerse a las expropiaciones. De acuerdo con Jaime Alberto Clavijo, presidente de la Federación de Ganaderos de Santander y sus zonas de influencia, Fedegasán, los campesinos colombianos están siendo estigmatizados como despojadores, delincuentes, miembros de grupos al margen de la ley, cuando en realidad son personas que están defendiendo sus derechos. "Es el estado colombiano y sus instituciones las que están tildando a los campesinos como despojadores y ocupantes, como si ellos hubieron invadido las fincas y eso no así. Ellos son propietarios legítimos que compraron honradamente, con los ahorros de décadas de trabajo", aseveró. (Lea: Lafaurie recorre el país para revelar las 3 amenazas del sector rural) Agregó que la mala aplicación de la Ley está creando un conflicto sin precedentes. Apuntó que el Gobierno falla, hiere, miente, criminaliza y desdibuja la realidad. Indicó que esta ley está siendo usada por personas que estuvieron al margen de la ley, que fueron parte de grupos armados ilegales, que en el pasado fueron victimarios, y que hoy se presentan como las víctimas. Situación que no se puede permitir. Clavijo sostuvo que "lamentablemente" por cuenta de los sesgos ideológicos de izquierda se ha construido el mito de que el ganadero es el terrateniente paramilitar, lo cual absolutamente falso. Sostuvo que en cada zona donde ha existido violencia en el país, ha habido ganaderos víctimas, y en cada región donde llegue el programa de Restitución van a haber también productores del gremio afectados. (Lea: Indignación por afán de Unidad de Restitución en mostrar resultados) Enuar Redondo Martínez, agricultor y ganadero, representante de la Asociación Nacional de Despojo del Estado, Asovides, entidad que congrega campesinos de Córdoba, Sucre, Bolívar, Magdalena y Cesar y quien además de ser una víctima, se considera un defensor de aquellos que como él están sufriendo por el proceso y la mala la aplicación de Ley, aseguró que nuevamente se han visto perjudicados, porque primero les pretenden quitar sus tierras y ahora los tildan de paramilitares por oponerse a las entregas materiales de los predios. “Nos resistimos a dejarnos robar por el Estado. Esta es una situación terrible y dolorosa. Aquí en la zona estamos viviendo momentos peores de los que pasamos con la presencia de los grupos al margen de la Ley”, aseveró. Redondo Martínez afirmó que el hecho de que miembros de la Unidad los señalen como paramilitares es preocupante y muy delicado, ya que en muchas zonas del país hay presencia activa de guerrillas y ellos corren el riesgo de que los miembros de esos grupos los declaren objetivos militares simplemente por el rumor, lo cual pone en riesgo sus vidas. Raúl Ernesto Cruz, un pequeño empresario ubicado en el municipio de Zulia en Norte de Santander, contó que perteneció a la Fuerza Aérea Colombiana, donde recibió entrenamiento y fue instructor de pilotos. Señaló que hoy injustamente los tildan de paramilitar, lo cual no es cierto. (Lea: Uso indebido de Ley de Víctimas perjudica a dueños legítimos de tierra) Indicó que él es una víctima de la Ley de Restitución porque el Estado ha sido negligente. Según él, la norma está mal concebida pues atropella a los opositores, a la gente de bien, y a las personas que honradamente compraron una tierra. Luego de sobreponerse a las secuelas que produce el desplazamiento y de haber perdido a su padre por cuenta del conflicto, Yojaira María Carrascal Domínguez, a pesar de ser víctima del conflicto se convirtió en una defensora de los derechos humanos y una líder comunitaria en Aracataca, Magdalena. Durante muchos años ha trabajado por el desarrollo de su región y hoy en día, aunque parezca imposible, se encuentra en medio de un proceso de restitución y la tildan de paramilitar. Los diferentes miembros del sector expresaron que tienen una gran preocupación y es la estigmatización de la que están siendo objeto por parte de los miembros de la unidad de Restitución, quienes se refieren a los campesinos de bien que se oponen a entregar lo único que tienen como paramilitares. Pequeños y medianos productores temen que por cuenta de esos calificativos y de la situación que aún se vive en ciertas zonas con la presencia de grupos al margen de ley, sean declarados objetivos militares y sus vidas corran peligro. (Lea: ¿Por qué el campesino tiene las de perder con la Ley de Restitución?) Como estos, los casos se cuentan por miles en el país. Aunque se han venido lanzando alertas, gran parte de la población que se encuentra en los campos de Colombia parece no haber dimensionado la magnitud de un problema que con el paso del tiempo podría llegar a ser de inmensas proporciones. Si usted es víctima o quiere reportar algún caso escríbanos al correo info@contextoganadero.com.