Agrodron integra mapeo y aspersión con drones en un solo servicio

José Alejandro Otero Noriega, fundador de Max Dron y Agrodron, empresas pioneras en este campo, explica cómo esta tecnología está cambiando la forma de manejar fincas y cultivos en el país. La primera inició en Venezuela hace 12 años para ofrecer drones especializados y formar pilotos, y en Colombia están hace 8 años.

Por su parte, Agrodron ofrece servicios especializados que combinan drones de mapeo y aspersión para optimizar las operaciones ganaderas. Según Otero, Agrodron utiliza dos tipos principales de drones para sus servicios: el dron de mapeo y el dron de aspersión, siendo esta propuesta de ambos productos en un solo paquete el diferencial frente a los competidores.

«Utilizamos dos tipos de drones y diferentes marcas, pero los dos drones principales para poder ofrecer el servicio es el dron de mapeo, que es un dron que cabe en la palma de una mano y puede levantar hasta 200 hectáreas cada hora, y el dron de aspersión que puede cubrir hasta diez hectáreas por hora», explicó.

El servicio comienza con un mapeo detallado de la finca utilizando el dron más pequeño equipado con cámara multiespectral, que permite analizar la salud del pasto (mostrando colores que indican los niveles de nutrientes y ayudando a determinar las áreas que necesitan fertilización), definir linderos y planificar la rotación de potreros. Este mapeo inicial se ofrece gratuitamente con el servicio de aspersión.

La aspersión con drones representa un avance significativo en eficiencia. Otero señala que una hectárea puede ser tratada en apenas cinco minutos, comparado con un día de trabajo manual. Esto no solo ahorra tiempo sino que también permite una aplicación más precisa de fertilizantes y control de malezas. (Lea en CONtexto ganadero: (Video) Ganadero colombiano usa dron para 'arrear' el ganado ¿Cómo lo logró?)

Enfoque en la sostenibilidad y en dignificar el trabajo humano

Un aspecto crucial de este servicio es su enfoque en la sostenibilidad. La tecnología de drones permite una aplicación más precisa de productos químicos, reduciendo su uso general y mejorando la calidad del pasto y los cultivos. Esto resulta en una producción más rentable y ambientalmente responsable, contribuyendo a la sostenibilidad de las operaciones.

Otero también que la tecnología de drones no solo mejora los procesos productivos, sino que también se complementa con el trabajo humano, especialmente en áreas donde los drones no pueden operar: «La forma en que lo estamos haciendo no es desde el desplazar un empleo, sino desde dignificar y tecnificar la labor del jornalero que está en campo».

La empresa no solo ofrece servicios, sino que también busca fomentar el desarrollo rural. Otero destaca la importancia de involucrar a las nuevas generaciones en estas tecnologías, ofreciendo oportunidades a los jóvenes de formarse como pilotos de drones y en gestión agrícola moderna. Esto podría ayudar a abordar el problema de la escasez de mano de obra en el campo y el éxodo rural juvenil.

El costo del servicio de aspersión con dron ronda entre $60.000 y $70.000 por hectárea, donde incluyen el mapeo inicial (a diferencia de otras empresas que los ofrecen por aparte). Servicios adicionales (como un mapa más detallado) pueden costar entre $30.000 y $40.000 pesos, dependiendo de las necesidades específicas del productor.

Si bien Agrodron opera principalmente en la región Caribe, atendiendo a diversos tipos de cultivos y ganaderías de gran extensión, Otero visualiza un futuro donde tengan cobertura nacional, contribuyendo a crear un mapa detallado de la agricultura y ganadería colombianas. (Lea en CONtexto ganadero: Drones: Su aporte en la construcción de un mejor sector agropecuario)

Su visión va más allá del beneficio empresarial, buscando mejorar la vida de los productores y hacer el campo más rentable y atractivo para las nuevas generaciones. «Nuestro sueño es tener cobertura de operación en cada departamento de Colombia, pudiendo hacer predicciones para hacer el campo más rentable y sobre todo más fácil», concluyó.