El gobierno de Italia presentó a la Comisión Europea un proyecto de ley por medio del cual busca prohibir la producción y comercialización de carne a base de células, así como la venta de análogos cárnicos.
Italia presentó el borrador ante la falta de una legislación específica a nivel de la Unión Europea como medida de precaución para proteger la “salud y el patrimonio cultural”, según una nota publicada en el portal eurocarne.com
Por medio de la iniciativa se pide prohibir la utilización de alimentos o piensos que consistan en cultivos celulares o tejidos derivados de animales, que estén aislados de ellos o que se produzcan a partir de ellos.
El proyecto de ley prohibiría a los operadores de empresas de alimentos y piensos preparar, promover, vender, mantener para la venta, importar, producir para la exportación, administrar o distribuir productos basados en células para el consumo.
Además, se prohibiría los análogos cárnicos que se etiqueten con nombres legales, comunes y descriptivos que se refieren a carne, producción de carne o productos hechos principalmente de carne; referencias a especies animales, grupos de especies animales, morfología animal o anatomía animal; términos específicos utilizados por carnicerías, salchichonerías o pescaderías; nombres de alimentos de origen animal representativos de origen comercial.
El proyecto de ley no impediría la adición de proteínas, aromatizantes o ingredientes vegetales a los productos de origen animal, ni se aplicaría a los alimentos en los que las proteínas animales representan la parte predominante del producto que contiene proteínas vegetales y no se induce a error al consumidor en cuanto a la composición de la comida. (Lea en CONtexto Ganadero: La carne de laboratorio contamina más que la de animal)
Tampoco se aplicarían las disposiciones a las combinaciones de alimentos de origen animal con otro tipo de alimentos que no sustituyan ni sustituyan a los de origen animal, sino que se añadan a ellos.
Las sanciones sugeridas también se establecen en el borrador. En concreto, exige multas de un mínimo de 10 000 euros hasta 60 000 euros o el 10 % del volumen de negocios anual total alcanzado en el ejercicio cerrado antes de la infracción.
La pena máxima no superaría los 150.000 euros. La infracción también puede dar lugar a la confiscación del producto ilícito, el cierre de la planta de producción y otras acciones administrativas.
Primer paso en Italia
En marzo pasado el Gobierno italiano aprobó un proyecto de ley para prohibir en el país la producción, comercialización y uso de alimentos producidos artificialmente, incluyendo piensos animales, informó en su momento la agencia EFE.
Según declaraciones conjuntas del ministro de Agricultura, Francesco Lollobrigida, y de Orazio Schillaci, ministro de Sanidad, el objetivo es "garantizar el máximo nivel de protección de la salud de los ciudadanos y preservar el patrimonio agroalimentario".
La norma aprobada por el Consejo de Ministros responde así a la intención ya anunciada por el gobierno de Meloni de adoptar medidas cautelares a nivel nacional para proteger los intereses del legado gastronómico italiano, así como de la salud de sus ciudadanos. (Lea en CONtexto Ganadero: [¿Cuál es el reto de la ganadería frente a la carne artificial o sintética?](https://www.contextoganadero.com/ganaderia-sostenible/cual-es-el-reto-de-la-ganaderia-frente-la-carne-artificial-o-sintetica))
Italia considera que el sector de la carne artificial está avanzando mucho más rápido que la legislación europea, y prefiere adelantarse velando por los intereses propios del país.
Lollobrigida asegura que "no hay una actitud persecutoria, sino una firme voluntad de proteger", pues consideran que actualmente estos alimentos de laboratorio no cumplen con garantías de calidad y sanidad, y además son una amenaza a la cultura, la tradición y la economía del país, que tanto depende de su gastronomía.