Propietario de varias haciendas en Belén (Boyacá) y líder gremial, este productor fue pionero en las razas holstein y normando. Su familia le rinde homenaje póstumo por sus 94 años de servicio al campo colombiano.

Víctor Julio Guzmán Grimaldos fue un dirigente ganadero de la ciudad de Belén, hijo de don Olivo Guzmán Dallos y Gabrielina Grimaldos. Se destacó por ser un ciudadano ilustre, ejemplar y honorable de este municipio boyacense.

Don Víctor Julio ha sido un destacado y connotado ganadero en el municipio de Belén, especialmente en esa riqueza del Valle de Belén y Cerinza, donde desarrolla actualmente la actividad ganadera siendo pionero en la región de raza normando y holstein.

Su padre hizo parte de los primeros ganaderos de la región en exportar desde Francia bovinos normandos, para tener ejemplares puros y poder establecer el fomento de la raza en la región.

Es propietario de haciendas en Belén, siendo las más conocidas La Cabaña, El Reposo, El Triunfo, Las Delicias o El Bosque, en diferentes veredas de la municipalidad que dedica sus actividades a la actividad de ganadería y producción de leche.

Su actividad estuvo centrada en la cría, levante y producción de razas normando, holstein y, en los últimos años, ayrshire, inspirado por su hermano mayor Siervo Guzmán, que fue uno de los primeros en implementarla en la sabana de Bogotá.

Es motivo de orgullo, jubilo y alegría resaltar la vida de un gran ganadero como don Víctor Julio, una figura gremial del municipio por su talante, visión, don de gentes. Además, fue un ciudadano republicano defensor del Estado y por la defensa de su campo y la actividad ganadera.

De su hogar conformado con la señora Ana Leonilde Díaz de Guzmán (q.e.p.d.) nacieron sus seis hijos: Carlos Alberto (q.e.p.d.), Francisco Javier (q.e.p.d.), Ana Doris, el fiscal Eduardo de Jesús, Mario Enrique y Marta Azucena, profesionales en diversas ramas de la Economía, el Derecho, la Veterinaria y las Ciencias de la Salud, connotados profesionales que han aportado a la sociedad colombiana en diversas posiciones en el campo público y privado; así como sus nietos y bisnietos.

Así lo describió su nieto Luis Felipe Guzmán Jiménez en el diario Boyacá 7 Días:

“Dedicó su vida a la actividad ganadera en estos hermosos valles que tanto amó hasta sus últimos días en el paraíso terrenal. Su padre fue un ejemplo de tenacidad, gallardía, liderazgo, disciplina, paciencia y especialmente, ese don de gentes que lo caracterizaba”.

“Su éxito fue rotundo, primero porque era feliz con sus semovientes (“sus vaquitas”) de las que sabía todo y lo que no lo tenía anotado en su libretica, en la que tenía una fina escritura a pulso donde referenciaba hitos de su ganadería, y donde refrescaba memoria (como dicen los abogados)”.

Paz en su tumba.

Con información de Boyacá 7 Días