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Una vaca ayudará a rehabilitar niños en San Gil

Melanny Orozco 27 de Marzo 2025
La vaca de la esperanzaFoto: FundagánEl programa 'Una vaca por la paz' ha transformado la vida de cientos de familias rurales en Colombia.

Lo que para algunos es un simple bovino, para otros es un símbolo de esperanza y transformación. Así lo ha demostrado Fundagán con su inspiradora labor en el Colegio Fundación Marillac, tras donar un ejemplar vacuno que será destinado a fines terapéuticos para jóvenes con discapacidad.


En San Gil, una institución educativa dedicada a la atención de niños y jóvenes en situación de discapacidad ha encontrado en el bovino un motor de cambio social.

La entrega de una vaca preñada por parte de la Fundación Colombiana Ganadera (Fundagán) representa no solo una mejora en la dieta alimentaria de los estudiantes, sino también una oportunidad para fortalecer los procesos de rehabilitación mediante el contacto terapéutico con animales. (Lea en CONtexto ganadero: Fundagán inicia la entrega de vacas para transformar vidas en el campo colombiano)

Esta iniciativa es el resultado del programa de “Una vaca por la paz”, impulsado por Fundagán con el apoyo técnico de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) y el Fondo Nacional del Ganado (FNG), que busca fomentar la ganadería como herramienta de inclusión social y sostenibilidad.

El programa ha transformado la vida de cientos de familias rurales en Colombia, ofreciendo oportunidades económicas y alimentarias a comunidades vulnerables, especialmente en zonas afectadas por la violencia y la pobreza.

El Colegio Fundación Marillac lleva 27 años trabajando con niños y jóvenes con discapacidad. Su modelo de enseñanza se caracteriza por combinar lo académico con actividades terapéuticas que promueven el desarrollo físico y emocional de los estudiantes.

Entre sus programas destacados se encuentra la equinoterapia, una práctica que ha demostrado resultados significativos en la mejora de las habilidades motoras y cognitivas.

Ahora, con la donación de la vaca gracias al programa de Fundagán, no solo tendrán leche fresca para mejorar la nutrición de los estudiantes, sino que también se convierte en una nueva herramienta de estimulación y terapia animal. Según Celina Motta, directora del colegio, el impacto emocional y físico que generan los animales en los niños es innegable.

“La vaca va a ser importante para nosotros, porque los niños responden a estímulos y qué mejor que tengamos esta ayuda en nuestra institución. Cuando tengamos la cría, todos vamos a estar muy contentos porque no solo llegará la leche, sino también, la oportunidad de seguir viendo mejoras como las que hemos visto con la equinoterapia”, manifestó.

Los niños serán los beneficiados con la entrega de una vaca preñada, y no solo será usada como terapia, sino también para su alimentación. Foto: Fundagán


Ganadería: inclusión social


El programa ‘Una vaca por la paz’ se ha consolidado como una estrategia clave para empoderar a las comunidades rurales, especialmente aquellas en condiciones de vulnerabilidad.

Clara Torres, coordinadora de la Unidad Regional de Desarrollo Ganadero del FNG en Santander, destacó cómo esta iniciativa ha logrado cambiar la realidad de muchas familias, quienes han podido multiplicar su capital ganadero hasta diez veces.

“Nos hemos encontrado con experiencias increíbles, que nos comprometen a seguir apoyando esta iniciativa de inversión social. Esto es más que un aporte, es el compromiso de los ganaderos para transformar vidas”, afirmó Torres.

El Colegio Marillac se une a una red de beneficios que han encontrado en la ganadería un pilar fundamental para la sostenibilidad. En Santander, la vocación ganadera ha dejado de ser únicamente una actividad productiva para convertirse en un acto de solidaridad comunitaria.

Lo que comenzó como un simple gesto se convirtió en una cadena de oportunidades que cambió el destino de familias rurales.

Para la institución educativa, el compromiso va más allá de la simple recepción del animal. Se trata de integrarlo en el proceso educativo y terapéutico de los estudiantes, potenciando su desarrollo físico y emocional.

Además, con la producción de leche que generará la vaca y su futura cría, se podrá garantizar una alimentación de calidad, esencial para el bienestar de los niños.


Solidaridad que multiplica


El éxito de ‘Una vaca por la paz’ no solo radica en la entrega de animales, sino en la construcción de redes comunitarias que apoyan el desarrollo integral de sus miembros. (Lea en CONtexto ganadero: Fundagán y ganaderos transforman la vida de familias vulnerables en Huila)

Clara Torres (tercera de izq. a der.), coordinadora de la Unidad Regional de Desarrollo Ganadero de Fedegán-FNG en Santander, con el equipo de Fundagán y las directivas de la institución educativa. Foto: Fundagán


Este año, la Fundación realizará su quinta cena gourmet en el club El Nogal el 6 de noviembre, donde espera convocar a empresarios y ganaderos para recaudar fondos que permitan continuar esta cadena de solidaridad.

Fundagán no solo fomenta la producción ganadera, sino que también impulsa un enfoque humanitario que conecta al campo con la ciudad, generando conciencia sobre la importancia de apoyar proyectos de impacto social en zonas rurales.


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