¿Vale la pena comprar una vaca en 100 millones de pesos?

La respuesta a esta pregunta puede variar dependiendo del contexto y los objetivos del comprador. Sin embargo, el ganadero Andrés Hernández de Ganadería Tres R ofrece una perspectiva positiva sobre esta inversión, siempre y cuando se tomen en cuenta ciertos factores clave. A continuación, desglosamos los puntos más importantes mencionados por Hernández en su video publicado por la cuenta Ganadería La Gloria.

Consideraciones clave para la compra

Genética sobresaliente

Hernández enfatiza que no se debe invertir 100 millones de pesos en cualquier vaca. Es crucial que la vaca tenga una genética sobresaliente. La genética de calidad asegura que la vaca tenga características deseables que pueden ser transmitidas a su descendencia, aumentando así su valor en el mercado.

Respaldo de una ganadería conocida

Es importante que la vaca provenga de una ganadería reconocida y con un historial sólido de trabajo genético. Este respaldo asegura que la vaca ha sido seleccionada y criada bajo estándares estrictos, lo cual aumenta la probabilidad de que la inversión sea rentable.

Capacidad de aspiración

Una vaca con buena genética puede generar entre 15 y 20 millones de pesos por aspiración, y puede realizar este proceso entre 12 y 15 veces al año si no está preñada. En caso de estar preñada, la vaca puede aspirar de 6 a 8 veces al año. Estas aspiraciones pueden generar ingresos significativos que permiten recuperar la inversión inicial en un año o menos.

Riesgos y consideraciones

Evaluación individual del animal

Antes de realizar una compra de esta magnitud, es fundamental evaluar individualmente al animal para asegurarse de que cumple con los criterios de genética y respaldo mencionados. No todas las vacas, incluso dentro de una ganadería conocida, tendrán el mismo potencial.

Mercado y demanda

El éxito de esta inversión también dependerá del estado del mercado y la demanda de vacas con genética sobresaliente. Es necesario realizar un análisis de mercado para asegurarse de que existe una demanda suficiente para justificar la inversión.