Este enfoque innovador y sostenible ha surgido para abordar los desafíos ambientales y económicos en la producción ganadera. En su esencia, la bioeconomía circular se basa en el principio de aprovechar al máximo los recursos biológicos renovables y reutilizar los subproductos y residuos en un ciclo continuo, minimizando así el desperdicio y promoviendo la eficiencia en el uso de los recursos.
La palabra bioeconomía se refiera al conjunto de actividades económicas relacionadas con la producción, distribución y consumo de productos biológicos y recursos naturales renovables. Por otro lado, el término ‘circular’ hace referencia a la idea de cerrar el ciclo de vida de los productos, es decir, maximizar su reutilización, reciclaje y regeneración para reducir al máximo la generación de residuos. (Lea en CONtexto ganadero: Integre su hato lechero a la bioeconomía circular, ahí está el futuro)
Julio César Donato, experto en nutrición de ganado, asegura que “la bioeconomía circular es importante porque es vigente en el mundo, es la actualidad. Para ser más precisos, es lo que más se utiliza en el mundo en este momento”.
En el contexto de la ganadería, la bioeconomía circular implica una sería de prácticas tecnológicas que permiten a los ganaderos optimizar el uso de recursos, minimizar el impacto ambiental y mejorar la eficiencia económica de sus operaciones.
Esto se logra a través de diferentes estrategias como la valorización de subproductos y residuos, la implementación de sistemas de producción más eficientes y sostenibles, y la adopción de tecnologías innovadoras para el manejo de recursos y la generación de energía renovables.
Pero, ¿para qué le sirve la bioeconomía circular al ganadero?
De acuerdo con Donato, esta bioeconomía circular es útil en el balanceo de las dietas de los bovinos a bajo costo, debido a que “son productos de alta digestibilidad para nuestros animales, lo cual ayuda a que se disminuyan los gases de efecto invernadero”. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Qué es eso de la bioeconomía que puede ayudar al cambio climático?)
La utilización de las dietas a bajo costo garantiza la permanencia en la producción, pues al adoptar prácticas que promuevan la circularidad de los recursos, los ganaderos pueden reducir sus costos de producción, aumentar su productividad y mitigar su impacto ambiental.
Por ejemplo, mediante la valorización de subproductos y residuos como los estiércoles y los residuos de alimentos, los ganaderos pueden generar biogás y compostaje para su uso como fertilizantes orgánicos o fuentes de energía renovable.
Esto no solo reduce la dependencia de los combustibles fósiles y los fertilizantes químicos, sino que también contribuye a la mitigación del cambio climático al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Donato afirma que los productores deben “mantener innovador los procesos, por eso hay que mejorar los procesos y aprovecharlos. Los productores deben ser productivamente mucho más eficiente y una de las opciones es la bioeconomía circular”.