¿Alguna vez se ha preguntado qué es el bolo alimenticio, por qué lo mastican las vacas y cuáles son los beneficios que obtienen de este proceso de la rumia? En efecto, los bovinos obtienen beneficios para su salud cuando mastican el bolo alimenticio y tienen una rumia constante.
Según la nutricionista de vacas lecheras Mary Beth de Ondarza en este artículo de Undeniably Dairy (en inglés), cuando una vaca rumia, es una buena señal. Significa que está cómoda, relajada y que lleva una buena dieta con una cantidad suficiente de fibra larga.
Con un rumen que funciona bien, las vacas digieren más de su dieta y producirán más leche. Es por eso que los ganaderos prestan mucha atención a si sus vacas rumian o no, y algunos incluso han instalado monitores para ayudarlos a vigilar la actividad de rumia del rebaño.
Vea cómo es el proceso de masticación del bolo alimenticio y por qué es tan importante para la salud digestiva de las vacas, lo que a su vez es un indicador de cómo está su productividad. (Lea: Así se distribuye el alimento en el retículo-rumen cuando la vaca lo ingiere)
¿Qué es el bolo alimenticio de una vaca y cómo lo mastican?
Todo se remonta al hecho de que las vacas lecheras son rumiantes, lo que significa que parte de su estómago, el rumen, es como una gran tina de fermentación. Contiene bacterias que digieren el alimento de la vaca y lo convierten en energía y proteína.
Así es como funciona: si bien el alimento fibroso como el heno es bueno para las vacas, tienen que descomponerlo para que las bacterias del rumen puedan digerirlo. Cuando la vaca come su alimento por primera vez, lo mastica lo suficiente como para humedecerlo y tragarlo.
Luego, las bacterias en la primera sección de su estómago, el rumen, se ponen a trabajar para ablandar el alimento. El alimento ablandado se llama bolo alimenticio y se envía de vuelta a la boca de la vaca, donde se vuelve a masticar antes de volver al estómago para ser digerido por completo.
Durante el proceso de masticación del bolo alimenticio, la vaca produce saliva, que es importante para controlar la acidez del rumen. Demasiado ácido dificulta el crecimiento y la función de las bacterias del rumen, especialmente aquellas que digieren la fibra.
Las vacas necesitan estar cómodas y relajadas para rumiar y, por lo general, se acuestan para hacerlo. Pueden acostarse durante largos períodos de tiempo, no para dormir, sino solo para rumiar. (Lea: ¿En qué consisten los bolos ruminales y para qué sirven?)
Por su parte, el portal Progressive Farmer precisó que los altos niveles de grano en las raciones disminuyen el pH del rumen y cambian el equilibrio de los microbios del rumen a aquellos que son más eficientes para digerir los carbohidratos.
Si el ganado no obtiene suficiente fibra de tallo largo, se reduce la masticación de bolos y aumenta la posibilidad de acidosis ruminal. Con la acidosis, todo el proceso de rumia se reduce o colapsa y la vaca deja de comer. Esto puede ser muy grave y, en algunos casos, incluso potencialmente mortal.
La doctora Donna Ammaral Phillips anotó en esta publicación que las vacas lecheras y las novillas necesitan forraje de longitud suficiente para una producción óptima de saliva. (Lea: Los beneficios de monitorear la rumia como indicador de bienestar)
«Del 15 a 20 % de los forrajes alimentados deben medir más de 1,5 a 2 pulgadas (3,8 a 5 cm). El forraje que se pulveriza en una TMR (ración total mezclada) y que no permita suficiente bolo alimenticio se puede utilizar como indicador de la salud de un rebaño lechero», apuntó.
Así pues, en adelante usted puede emplear el bolo alimenticio como otra forma de mirar el estado sanitario de sus vacas y comprobar si están masticando lo suficiente y del tamaño adecuado le puede ayudar a evaluar la salud de sus bovinos y el rendimiento que están teniendo.
Vea un video de vacas masticando el bolo alimenticio: