Estas son algunas afecciones en el pene o prepucio de los bovinos

De acuerdo con el portal Reproducción Veterinaria, entre las afecciones de las estructuras de pene y prepucio en machos vacunos, se distinguen las congénitas, las adquiridas y las secundarias a los procesos mencionados. A continuación, revisaremos cuáles son.

Las primeras son las deformaciones congénitas o hereditarias del pene o prepucio, que pueden hacer difícil la penetración. Las más comunes son las desviaciones, dentro de las cuales se encuentran 3 tipos: (Lea: No permita que la acrobustitis afecte la reproducción en su finca)

Desviación en espiral

Esta afección es común en la mayoría de los toros normales después de la penetración. Como entidad clínica es considerada una distorsión grave del pene erecto, que impide la penetración, y a veces la salida del pene del interior del prepucio.

El grado de espiral puede ser variable, desde pronunciado e inconfundible o fácilmente confundible con otras formas de desviación. Los reproductores más afectados están entre los 3 y 6 años de edad, produciéndose una pérdida de la habilidad de monta.

Desviación en “sacacorchos”

Es similar a la primera, en esta la desviación se da previamente a la penetración, lo que en la mayoría de los casos imposibilita la misma. Esta patología es corregible mediante fijación quirúrgica del ligamento dorsal del pene a la túnica albugínea.

Desviación en forma de S

La desviación en forma de S se presenta en toros mayores con un pene excesivamente largo. El ligamento apical en este caso tiene la fuerza suficiente pero la longitud no es la adecuada, observándose durante la erección una desviación en forma de S.

Frenillo persistente

A menudo se da en razas carniceras (Shorthorn y Aberdeen), en esta patología el frenillo une la parte ventral del glande del pene en dirección ventral o hacia abajo. Esta deformación se corrige ligando y cortando la banda de tejido.

Prolapso prepucial crónico

Es común en bovinos de carne de origen índico. El prolapso es de 8 - 20 cm, se complica con pisadas, dando traumatismos, edematización y miasis. Los bos indicus son más comúnmente afectados que los bos taurus, esto se debe a que presentan diferencias anatómicas.

La mayor parte de los toros afectados pueden ser curados con tratamiento y cuidados apropiados. En animales de prepucio largo se encontró una mayor incidencia de prolapso. La heredabilidad del largo de prepucio es alta (0,45).

Los síntomas incluyen dolor, inflamación, áreas hiperémicas y zonas hemorrágicas propensas al edema. El tratamiento médico, conservador y cuidadoso mediante limpieza, desinfección y reducción del prolapso, y el quirúrgico es la retención mediante una sutura en bolsa de tabaco.

Fimosis congénita

Se trata de la imposibilidad para exteriorizar el pene a través del prepucio. Se puede manifestar tras el parto o se instaura como consecuencia de heridas, retracciones e inflamaciones crónicas. (Lea: La evaluación andrológica en toros asegura el futuro de su hato)

Ocurren alteraciones en la micción y acumulación de orina en el interior de la cavidad prepucial, así como signos de constante goteo de la orina e inflamación prepucial e infecciones bacterianas. Para diagnosticar esta afección, se debe efectuar inspección visual.

Parafimosis

Es el proceso que consiste en la no retracción del pene dentro del prepucio y suele ocurrir tras la erección. Los signos clínicos (que dependen de la duración de la parafimosis) incluyen congestión y decoloración de la zona del pene exteriorizada, así como dolor y lamido. 

Pueden presentarse necrosis del pene. El tratamiento es la lubricación del pene y prepucio, despliegue del prepucio y, en ocasiones, se hace necesario agrandar el prepucio mediante cirugía. (Lea: Cuidados a la hora de practicar la cirugía de desviación de pene en toros)

Otros trastornos congénitos del pene y prepucio son la afalia, hipoplasia peniana o microfalia, la falta de la flexura sigmoidea, hipospadia y epispadias (defecto en el cierre de la uretra) y difalia o pene bífido (duplicación del pene).