La separación del becerro de su madre, cuando se realiza adecuadamente, contribuye al bienestar animal, rendimiento productivo y sostenibilidad del sistema ganadero. Expertos consultados por este medio ofrecieron recomendaciones sobre cómo atender a las crías en esta crucial etapa.
El destete no es un evento aislado, sino un proceso que debe planificarse con anticipación. Cuando se realiza de manera inadecuada, puede generar estrés, pérdida de peso y enfermedades en los terneros. (Lea en CONtexto ganadero: 13 tips para el manejo del destete de terneros)
El veterinario Gerardo José Andrade Lozada lo definió como “la separación del ternero de su madre para que ella pueda recuperarse y prepararse para una nueva gestación. Su objetivo principal es mejorar el desempeño reproductivo de las vacas y asegurar un crecimiento óptimo en los terneros”.
Existen diferentes tipos de destete: tradicional (a los seis y ocho meses), anticipado (cuatro o cinco meses) y precoz (a partir de los dos meses). La elección del método dependerá del tipo de explotación, el estado corporal de la vaca y la salud del ternero.
“No hay una receta única”, comentó Miguel Sánchez Flores, médico veterinario, quien agregó que “el destete debe ajustarse a las condiciones de la finca y a los objetivos productivos del ganadero”.
Minimizar el estrés
El estrés es el mayor enemigo durante el destete. Un ternero que experimenta un destete abrupto y sin preparación puede sufrir pérdida de peso, diarreas y neumonías, comprometiendo su desarrollo.
Para evitar esto, los expertos recomiendan un destete gradual, reduciendo progresivamente el tiempo de amamantamiento y acostumbrando a los terneros a una dieta sólida con suficiente fibra y proteína.
“Es fundamental ofrecer heno de buena calidad, concentrado y agua limpia”, expresó Andrade Lozada, quién además mencionó que “si el ternero no recibe una adecuada suplementación, sufre una disminución en la ingesta de alimento y un impacto negativo en su crecimiento”.
Otro punto clave es el manejo de las instalaciones. El sitio donde se realiza el destete debe ser espacioso, con sombra y acceso a agua, reduciendo el riesgo de enfermedades respiratorias y digestivas. Además, la interacción con humanos y el contacto visual con otros terneros pueden reducir el nivel de ansiedad en esta etapa.
Errores comunes
Uno de los errores más frecuentes es destetar a todos los terneros al mismo tiempo y sin una transición previa. Este método abrupto genera estrés extremo y puede provocar una baja en el rendimiento del animal.
Otro error es no garantizar un adecuado plan sanitario previo al destete, lo que aumenta la vulnerabilidad el ternero a enfermedades. “Si es destete se hace mal, se tendrán problemas serios en la producción”, destacó Sánchez Flores. “Las vacas también pueden sufrir si no se manejan correctamente los cambios en la ubre, lo que influye en su próxima gestación”.
La falta de monitoreo post-destete es otro error crítico. Muchos ganaderos no revisan con regularidad el estado de los terneros luego de la separación, lo que impide detectar signos de enfermedad o estrés. Este seguimiento es esencial para asegurar que el ternero esté comiendo bien y adaptándose sin complicaciones.
Un destete bien manejado no solo favorece la salud de los terneros, sino que también mejora la eficiencia del sistema productivo. Una vaca que recupera su condición corporal rápidamente tendrá mejores índices reproductivos, asegurando una producción más rentable y sostenible. (Lea en CONtexto ganadero: Técnicas para un destete exitoso sin pérdida de peso en el ternero)
“El destete es una de las decisiones más importantes en la ganadería. Un mal manejo puede traer grande pérdidas, pero si se hace bien, se convierte en un aliado para el crecimiento del negocio ganadero”, concluyó Andrade Lozada.