Se vuelven a prender las alarmas por escasez de contenedores

Cuando todavía se recuerdan los efectos adversos que tuvo la crisis de contenedores en 2021, recién pasada la pandemia, una vez más se repite la historia, ahora por cuenta del conflicto en el mar Rojo.

La Asociación de Empresas de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc), de España, emitió un comunicado en el que alerta por la situación que se presenta actualmente en el mar Rojo y el impacto que va a tener en la cadena de valor de gran consumo, por cuanto las principales navieras del mundo se han visto obligadas a desviarse por rutas alternativas, incurriendo en elevados costos del transporte de mercancías.

Recuerda el gremio que "la ruta mercantil del Mar Rojo acoge a cerca del 15 % del comercio marítimo mundial y aproximadamente un 30 % del volumen global de portacontenedores, lo que lo convierte en un itinerario capital para el transporte de mercancías de buen número de sectores económicos".

La ruta más común por la que ya han optado más de una decena de navieras es desviarse por el sur de África, aumentando en cerca de 10 días la duración de la travesía, lo que incrementa el consumo de combustible y los tiempos de navegación, haciendo que el precio del transporte pase de 1.000 a 3.000 euros por contenedor.

La actual coyuntura está teniendo un impacto significativo para las principales empresas dedicadas a la fabricación y distribución de sectores de consumo claves para la economía como alimentación, textil y moda, ferretería y bricolaje, bienes tecnológicos de consumo, entre otros. (Lea en CONtexto ganadero: Baja flete de contenedores pero ahora la demanda se resiente por recesión)

Así mismo, algunas empresas ya empiezan a encontrar dificultades para la adquisición de determinadas materias primas por lo que están anticipando compras para evitar posibles disrupciones de la cadena de suministro.

A su vez, un estudio de Analdex (el gremio de los exportadores) indica que la interrupción de las rutas comerciales deteriora la holgura de las cadenas de suministro y aumenta la probabilidad de puntos de estrangulamiento inflacionistas.

La ruta comercial Asia-Europa se ha visto seriamente perjudicada

A pesar de que el impacto total en las cadenas de suministro ocasionado por el conflicto en el Mar Rojo aún está en desarrollo, ya se empiezan a apreciar las primeras consecuencias como que se ha pausado el tránsito y envío de buques a través del Canal de Suez, lo que implica que la ruta comercial Asia-Europa se ha visto seriamente perjudicada.

Esta dinámica, que se espera continúe durante las próximas semanas, se puede agudizar si el impacto sigue expandiéndose a medida que los transportistas cambien a otras rutas con mayor demanda de envío. A medida que los buques y los contenedores están más días en tránsito, podría producirse una escasez de contenedores. (Lea en CONtexto ganadero: Costo del transporte internacional se eleva por falta de contenedores)

Problemas en el Canal de Panamá

A ello se suman los desafíos climatológicos que enfrenta el Canal de Panamá a causa del Fenómeno de El Niño, lo que se traduce en bajos niveles de agua. En los últimos días, por ejemplo, la naviera Maersk ha anunciado que implementará un “puente terrestre” para llevar mercancías por ferrocarril de un lado a otro del istmo.

El aumento en los precios de los fletes y la inflación interna

Otra consecuencia es el aumento en los precios de los fletes y disminución de la confiabilidad marítima.

La menor oferta de contenedores, debido a que estos se encuentran en tránsito por más tiempo, tiene como consecuencia directa el aumento en el precio de los fletes, lo que aunado a la escasez de alternativas y al tránsito por nuevos corredores que demandan hasta 14 días más de tiempo para llegar a destino, ha hecho que en apenas tres semanas los fletes hayan aumentado aproximadamente 85 %, según el índice Drewry World Container Index, que aumentó de 1.661 dólares el 21 de diciembre de 2023 a 3.071 dólares el 11 de enero de 2024.

Ante la posibilidad de que los impactos de la coyuntura escalen aún más, los jugadores del mercado internacional ya están tomando planes de contingencia. El transporte aéreo es una alternativa natural, pero los planes de contingencia también incluyen una combinación de soluciones marítimas y aéreas, servicios terrestres más ágiles e incluso grupajes marítimos.

A nivel macroeconómico, el incremento evidenciado en los precios de los fletes marítimos puede aumentar las expectativas de inflación, lo cual es un gran riesgo en un contexto en que los bancos centrales apenas están empezando a relajar su política monetaria. La inflación de bienes se puede convertir en un problema si se intensifica con el incremento de precios en servicios de transporte a nivel global.

Si la inflación se vuelve persistente, la demanda agregada se verá afectada y la perspectiva de recuperación económica a nivel mundial, luego de una desaceleración pronunciada en 2023, se verá disminuida, concluye Analdex.

El impacto para Colombia

Según el director de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán-FNG, Óscar Cubillos, en comienzo las exportaciones de ganado y carne de Colombia no se verían afectadas por esta situación.

No obstante, dijo, una mayor congestión en el Mediterráneo puede encarecer los fletes de otros destinos y productos y generar competencia con los transportes y fletes que hoy utiliza Colombia.

También hay que tener en cuenta que en el caso de importación de materias primas que tienen que hacer tránsito por el Canal del Suez podría haber un encarecimiento.