Así se va a comportar el clima en diciembre: tres regiones de Colombia bajo alerta
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Por - 28 de Septiembre 2020
Ricardo Efraín Camacho Quiroga es un profesional y productor del agro colombiano que durante muchos años viene trabajando en pro del crecimiento del sector. Sus convicciones cristianas han determinado su disciplina y compromiso con el campo.
Este productor es bogotano de nacimiento, pero “de sangre y corazón santandereano, pues mi abuelo paterno oriundo del corregimiento de Vado Real en el municipio de Suaita, en mi niñez junto con mi padre, me inculcaron el amor por el campo”, afirma Camacho Quiroga. Desde muy temprano edad comenzó a interesarse por el campo, llegando hoy a desempeñar labores en la crianza del ganado criollo colombiano Blanco Orejinegro (BON) por más de diez años. (Lea: ¿Por qué los ganaderos están usando las razas criollas nuevamente? Responde Ricardo Camacho)
Es un bachiller académico del Gimnasio Militar de la Fuerza Aérea Colombiana y egresado de profesional en la Universidad San Martín de Bogotá. Además, adelantó estudios de maestría en la Universidad Nacional de Colombia en la misma ciudad.
“Me he desempeñado en diferentes labores del sector ganadero, entre otros, pasando por el área científica de laboratorios veterinarios, asesorando proyectos productivos para asociaciones y administraciones municipales, adelantando trabajos de investigación con diferentes entidades tanto privadas como gubernamentales, impartiendo conocimiento en el área de genética y mejoramiento animal como docente de cátedra y consultor para distintas empresas vinculadas con el sector, hasta el día de hoy”, describe detalladamente Camacho Quiroga.
La familia: base y motor de vida
Este productor proviene de una familia que hoy goza de una historia de 52 años de matrimonio, por lo que producto de ese amor nacen 4 hijos, dos mujeres que son las mayores y dos hombres, del cual Camacho Quiroga es el menor.
“En la actualidad soy el único soltero de los hermanos pero sin perder el horizonte de un día conformar un hogar, pues del ejemplo que recibí anhelo poder dar”, comenta Camacho Quiroga.
El amor por campo, un gusto innato
No cree tener en mente una fecha específica a partir de la cual notó su amor por el campo, por lo que considera que desde que tiene uso de razón recuerda amarlo y a medida que pasaban los años, se iba transformando en la pasión que hoy lo acompaña.
“Jamás imaginé trabajar o desempeñarme en un área diferente. Si por cuestiones de la vida me hubiere tenido que dedicar a una actividad ajena al campo, creo que sería el hombre con mayor sentimiento de frustración que podría conocer”, expresa Camacho Quiroga.
Por lo tanto, sin lugar a dudas este productor considera que trabaja en el campo por el amor y la pasión que siente por este. “Ese sueño inmortal de ver un campo transformado en un lugar de bienestar y seguridad para quienes lo trabajan y lo habitan, anhelando ver a un Colombia mejor, que le da ese lugar de importancia y de honra a quienes día a día con sus esfuerzos cumplen con la responsabilidad de alimentar a un país”, comenta el productor.
Experiencia, un camino y una responsabilidad
Este desempeño en las actividades agropecuarias del país le ha permitido a Camacho Quiroga ser parte de importante entidades, en donde no solo ha aumentado sus años de experiencia, sino que ha generado mayor adquisición de conocimientos.
“Durante el año 2010, en cabeza de Fedegán – FNG y con recursos de la FAO y el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, fui comisionado a desarrollar la Ruta Crítica del Programa Nacional de Mejoramiento Genético (PNMG) que contó con el aporte de grandes profesionales expertos en el área tanto locales como asesores internacionales”, sostiene Camacho Quiroga.
Este fue el punto de partida y base fundamental para poner en marcha dicho programa por la Unión Nacional de Asociaciones Ganaderas de Colombia (UNAGA).
Durante el tiempo que participó en los distintos grupos de investigación científica, se logró avanzar en el conocimiento molecular de algunas variantes genícas que afectan características organolépticas de la calidad de la carne y de la canal con razas cebuinas y sus cruces, además de identificar mutaciones puntuales en genes asociados con el desarrollo y crecimiento muscular en tres razas criollas colombianas.
Muchos de los datos e información arrojados por estas investigaciones condujeron a la inclusión de ciertos polimorfismos como parte de un chip de genómica para algunas de las razas mencionadas anteriormente.
“Uno de los tantos programas exitosos llevados a cabo por la Coordinación de Investigación y Desarrollo del anterior Fondo Nacional del Ganado, en cabeza del Dr. Carlos Osorio, fue el 'Programación de Partos' o montas estacionales que se implementó en distintas empresas ganaderas del país en compañía del Dr Oscar Fernando Ospina, logrando los más sorprendentes resultados de aumento de productividad y reproductividad en los sistemas de cría, lechería y doble propósito en zonas como los Llanos Orientales, Magdalena Medio y Costa Atlántica”, detalla Camacho Quiroga.
El productor resalta que uno de los trabajos que ha realizado durante estos años de experiencia es el desarrollo de un Índice de Temperatura y Humedad (ITH) específico para Colombia que se puede translocar a países de la zona ecuatorial. Este ITH estima el grado de estrés calórico al que puede estar sometido un bovino por diferentes condiciones ambientales. (Lea: ¿Cae usted en estos 4 errores reproductivos en su finca?)
Los resultados de este trabajo han permitido la implementación de la tecnología en un sinnúmero de ganaderías a lo largo y ancho del territorio nacional en manos de la empresa multinacional de genética más importante del país, desde donde se siguen invirtiendo esfuerzos para generar más conocimientos en esta herramienta tecnológica.
Un sector de ires y venires
El productor colombiano asegura que las pasadas políticas de estado pusieron al sector ganadero bajo una notoria retaliación, razón que condujo a decisiones que afectaron la economía de este renglón y sus consecuentes efectos irreversibles como los focos de aftosa y la pérdida del estatus libre, la liquidación de fondos y asociaciones gremiales, que se convirtieron en limitantes para llevar a cabo investigación en el campo.
“Esta situación me llevó, no solo a querer abandonar el campo, sino también el país. Sin embargo, al pasar una larga noche de pesadillas angustiosas, llegó un nuevo amanecer con retos y metas por alcanzar, sin persecuciones con tintes políticos impregnados de ideologías que han demostrado estar en contravía de la evolución y el desarrollo del campo”, sostiene Camacho Quiroga.
Afortunadamente, actualmente continúa avanzando en procurar la generación de conocimiento, interactuando directamente con los productores y anhelando terminar sus días sumergido en la inmensidad del campo colombiano.
Los obstáculos que nunca faltan
“A pesar que son múltiples los obstáculos que se encuentran día a día en el ejercicio de las labores en el campo, son más las cosas buenas que se pueden hallar y cada tropiezo que allí se encuentra es una oportunidad para ser creativo e innovador en soluciones casi sacadas de laboratorio. Este es el ingenio de nuestros campesinos, que ante las dificultades ven oportunidades”, afirma Camacho Quiroga.
Sin embargo, para nadie es desconocido el grado de afectación que ha sufrido el país durante décadas a causa del narcoterrorismo y los distintos actores involucrados allí. Esta razón lleva a que en incontables oportunidades, el productor sea testigo de las injusticias de estos grupos al margen de la ley, quienes se apropian de los espacios de la nación con paros, cierres y hasta ataques a la población civil, que además de afectar la integridad de las personas, también genera impedimentos para desempeñar las funciones implícitas de la actividad.
Camacho Quiroga reitera que algunas prácticas arraigadas a las culturas ancestrales, suelen interferir con el desarrollo de la empresarización y avance económico, tecnológico, científico y ambiental de las ganaderas de ciertas zonas del país.
Para este aguerrido productor, las prácticas de manejo foráneas poco aplicables al medio y el reemplazo de los recursos genéticos propios por biotipos raciales bovinos introducidos que poseen baja adaptabilidad, muestran una deficiente respuesta reproductiva y son factores que indudablemente desaceleran el crecimiento del sector debido a que dichos errores toman años en poder ser reversados.
Un sector con carencia de leyes
“Sería más fácil y corto describir aquello que no le hace falta al campo, pero todo radica en las escasas políticas de estado y carencia de leyes que respalden la productividad eficiente y buen uso de las tierras en nuestro país, que además, generen protección y bienestar integral al productor por medio de presencia y atención de las autoridades del estado”, comenta Camacho Quiroga.
Para este productor, se debe motivar al protagonista del campo para que se capacite y permita la gestión de conocimientos tecnológicos en su empresa, pues en algunos de los casos hay un desinterés de los productores de generar cambios que ayuden al desarrollo rural.
Según Camacho Quiroga, la falta de acompañamiento profesional a los ganaderos ha permitido que entes con intereses lucrativos lo vean como una fuente potencial de ingresos fáciles, aprovechando el nivel de desconocimiento en ciertas áreas.
“Por eso es tan importante que primero haya un conocimiento del potencial y de los recursos propios, para después poder fijar la mirada, de ser necesario, en las posibles soluciones tecnológicas y raciales extranjeras. Sin embargo, la transición generacional que se está llevando a cabo ha permitido el ingreso de tecnologías de la información que obligan al productor a buscar soluciones a los problemas en telecomunicaciones y conectividad, que es algo de resaltar”, dice Camacho Quiroga.
Un sueño y una meta por alcanzar
Son múltiples los sueños que tiene este profesional frente a su trabajo en el campo colombiano, por lo que todos apuntan a un solo objetivo, producir de forma eficiente y eficaz, de una manera sostenible conociendo muy de cerca el ambiente bajo el que se encuentra el país.
Esto solo se puede lograr por medio de lineamientos de sistemas de producción integral, donde se contemplen las diferentes variables que se encuentran inmersas en la actividad ganadera como el ambiente, nutrición, manejo, genética, sanidad, bienestar animal y sistemas de información. . (Lea: ¿Ha escuchado hablar del triángulo de nutrición? Conozca de qué se trata)
Finalmente, Camacho Quiroga concluye que “sueña con la paz de todo el territorio nacional, pero no con esa paz de impunidad de la cual todo colombiano habla hoy, sueño con que habite en medio de nosotros aquel que brinda una paz que sobrepasa todo entendimiento”.
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