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Alerta temprana

Por CONtexto ganadero - 01 de Diciembre 2014

Es evidente que 2 de los efectos colaterales de la tendencia bajista de los precios ya se sienten en el frente externo y en las finanzas públicas; en el primer caso aumentando el tamaño y la composición del déficit tanto de la Balanza comercial como de la Cuenta corriente de la Balanza de pagos y abriéndole una tronera inmensa a los ingresos corrientes de la Nación, planteando un serio inconveniente de financiación del gasto público.

Es evidente que 2 de los efectos colaterales de la tendencia bajista de los precios ya se sienten en el frente externo y en las finanzas públicas; en el primer caso aumentando el tamaño y la composición del déficit tanto de la Balanza comercial como de la Cuenta corriente de la Balanza de pagos y abriéndole una tronera inmensa a los ingresos corrientes de la Nación, planteando un serio inconveniente de financiación del gasto público.

A septiembre de este año el saldo en rojo de la Balanza comercial ascendía a USD$2.220 millones en contraste con el superávit que para el mismo período de 2013 fue de USD$1.768 millones; es decir, la brecha que se abre irremediablemente viene ampliándose hasta alcanzar los USD$3.988 millones. El revés más patético tiene que ver con la Balanza comercial con EE.UU., que de un superávit de USD$2.880 millones pasó a un déficit de USD$2.279 millones, marcando una diferencia de USD$5.159 millones entre uno y otro período.

Es bien sabido que la baja en los precios y también en la producción tiene un efecto retardado sobre las finanzas públicas, dado que los impuestos, las regalías y las utilidades si bien se causan este año los ingresos producto de los mismos solo se harán efectivos el año entrante. Es claro, entonces, que las proyecciones y las cifras del Marco Fiscal de Mediano Plazo sí se verán impactadas por tales previsiones. El más reciente informe de Ecopetrol revelando los resultados del tercer trimestre en el que las utilidades de este cayeron el 40.7 % con relación al tercer trimestre del año anterior es el más claro indicio de que los dividendos a distribuir el año entrante, una vez más, serán menores que los ya distribuidos correspondientes al 2013.

De hecho, faltando los resultados del último trimestre de este año, que se prevén aún más desfavorables, las utilidades acumuladas por parte de Ecopetrol se redondearon en $8.42 billones, 21.4 % inferior a las registradas para el mismo período en 2013. Según algunos analistas serios los dividendos a repartir el año entrante por parte de Ecopetrol podrían tener una caída entre el 15 % y el 20 % y los repartidos este año ya habían caído el 10.8 % con relación al ejercicio anterior. El temido efecto sobre las utilidades es desde ya motivo de preocupación, habida cuenta que después que la empresa había revisado a la baja la ganancia neta esperada estimándola en $10.5 billones, para una caída del 20 % con relación al año anterior que alcanzó los $13.1 billones. Pero, indudablemente, lo peor está por venir y el coletazo mayor se sentirá en 2016 y así lo reconoce el propio ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.     

Solo con el objetivo de dimensionar el impacto que es dable esperar del efecto combinado de la baja en la producción y los precios, hemos hecho un ejercicio que queremos compartir. En los últimos 5 meses el precio del crudo de la referencia Brent ha bajado US$34.83 el barril (junio 16 US $115.19/noviembre 21 US $80.36) y por dado que por cada dólar que baja se reducen los ingresos del Estado en $424 mil, la caída en los ingresos en el año completo es de aproximadamente $14.767.920 millones. Pero, si al impacto de la baja del precio se viene a sumar el impacto de la baja de la producción el efecto se amplifica. En la medida que la meta revisada a la baja de la producción de crudo para 2014 1´062.000 barriles/d y el promedio alcanzado hasta la fecha está rondando los 987.000 barriles/d, la diferencia es de 75.000 barriles/d. Ahora bien, en la medida que, como se sabe, por cada 10.000 barriles/d que se dejan de producir se afectan los ingresos en $ 301.000 millones, de ello se sigue que los menores ingresos por cuenta de la baja en la producción es del orden de los $2.257.500 millones. La sumatoria de los dos efectos, entonces, asciende a los $17.025.420 millones.

Empero, la devaluación del peso con respecto al dólar le ayuda al país a amortiguar el golpe, de tal suerte que si tenemos en cuenta que en el transcurso de estos últimos cinco meses dicha devaluación ha sido del orden de $260 (TRM junio 20 $1.880/TRM noviembre 21 $2.156.93). Si tenemos en cuenta que por cada $10 de devaluación se reciben $314.000 millones adicionales en el año completo, estamos hablando de $8.478.000 millones.

Al hacer la suma algebraica de estas cifras, obtenemos como saldo neto negativo, de menos res ingresos, del orden de los $8.547.420 millones. Podemos, entonces, concluir que el trabajo publicado por el PNUD lejos de ser alarmista o catastrofista, más bien esta viendo el futuro con anticipación y activando una alerta temprana para que no nos dejemos sorprender por los acontecimientos que ya se columbran.