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Ganadería sustentable: un ganar-ganar de la ecología y el bienestar animal

15 de Mayo 2022

Hay suficientes razones medioambientales para la crianza sustentable de ganado. El principal obstáculo son los sistemas de producción pecuaria convencional. Es tiempo de que los consumidores conscientes demanden un cambio.

Imagina un rancho en el que las reses caminan libres por el campo. Toros, vacas y hasta ovejas se alimentan sólo de hierbas, el alimento que realmente pueden digerir sus estómagos. Una vida libre de estrés (incluso con menos moscas que los molesten) se desarrolla a la sombra de árboles que además les procuran alimento. Todo eso ya existe y se llama ganadería sustentable.

Rancho Kampepén, en Mérida, Yucatán, es un lugar así. En él se ha establecido un sistema de producción sustentable de alimentos que procura el cuidado de los animales, permite conservar los recursos naturales y fortalece los ecosistemas. Este proyecto se ha denominado GANA (Ganadería y Ambiente), y fue creado en conjunto por la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Francisco Galindo, coordinador de GANA y académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM, comenta que un factor fundamental en pro de la ganadería amigable con el medio ambiente es el calentamiento global. “Sabemos que el sector ganadero contribuye con un buen porcentaje de los gases de efecto invernadero debido a la alimentación que se le proporciona al ganado y el metano que emiten los animales”.

También hay motivaciones económicas para cambiar los esquemas de producción de carne dominantes. Carmen Huerta, investigadora titular A del Departamento de Biodiversidad y Ecología Animal del Instituto de Ecología AC (Inecol), señala que el uso de agroquímicos, utilizados para generar los enormes pastizales que han de alimentar al ganado, disminuye las ganancias que los productores obtienen al comercializar la carne y los productos derivados de sus animales (leche, quesos, pieles, lana…).

El proyecto GANA inició con un financiamiento del Fondo para Prosperidad del Reino Unido. Busca medir el bienestar animal y la viabilidad económica en la producción. GANA y Rancho Kampepén son un punto de encuentro para académicos que realizan más investigaciones relacionadas con la ganadería, como el cambio climático, cadenas de valor sustentable y biodiversidad, entre otras.

Prácticas de crianza ganadera amigables con los animales y el planeta

“La ganadería sustentable es una serie de actividades encaminadas a integrar y satisfacer la demanda de productos de origen animal, pero sin descuidar la dimensión social, ambiental y de bienestar animal”, define el académico de la FMVZ, Francisco Galindo.

El silvopastoreo

Es una forma de producción animal que combina pasto, árboles y ganado. Los animales cuentan con varias horas al día para pasear y pastar libremente por áreas delimitadas por los mismos árboles, lo que es llamado como cercos vivos.

Rotación de ganado

Se establecen enormes cuadrantes de pastaje. La presencia de ganado se alterna en estos espacios para evitar el desgaste del suelo. El pasto se agota por completo y el campo queda lleno de estiércol, pero aquí sucede la magia de la naturaleza: “Existen microorganismos e insectos que se encargan de los desechos de las vacas. Los escarabajos del estiércol, por ejemplo, entierran la materia fecal, limpian el campo para que éste se regenere. Pero los agroquímicos están afectando a estos insectos”, expone Huerta.

Alimentación de pastizal

Al alimentarse de pasto, plantas forrajeras y demás hierbas que proporcionan los árboles, el ganado genera heces que no tienen impacto en el ecosistema. Al contrario, son el abono ideal para la tierra. “Con las diferentes dietas que se pueden dar en sistemas de silvopastoreo, sin duda se puede disminuir la emisión de metano en comparación con un sistema de engorda intensivo con base en granos”, agrega Galindo.

Es un ganar-ganar en el sentido que se busque. La presencia de árboles incluso fomenta la presencia de más fauna benéfica para la producción ganadera. Carmen Huerta asegura que la falta de vegetación y el uso de agroquímicos ha menguado la presencia de las garzas garrapateras que mantienen libre al ganado de estos ácaros. Los pájaros también ayudan, pues se comen las larvas de las moscas. La convivencia con las aves disminuye de manera considerable la presencia de los insectos que molestan al ganado.

Texto original en el siguiente enlace.