Cuando trabajamos con novillas de reemplazo tenemos que tener presentes los procesos fisiológicos que estimulan la pubertad con miras a lograr una preñéz pronta y de calidad. En algunas razas europeas de carne y leche se busca que las novillas alcancen la pubertad entre los 14 y 16 meses con el objetivo de tener su primer parto antes de los dos años de vida.
En los bovinos, la pubertad entendida como el primer estro conductual, está influida por la nutrición ofrecida al animal previo y posterior al destete. Estudios realizados por Reid et al., demostraron que la edad de la pubertad de unas novillas holstein fue de 526 y 289 días cuando se alimentaron con el 65 % y el 110 % de los nutrientes requeridos respectivamente. (Lea: Los efectos del estrés calórico en la fertilidad de vacas y toros)
En otro ejemplo, novillas cruzadas Angus-Hereford que fueron alimentadas para ganar 270 gramos/día, 450 gramos/día y 680 gramos/día llegaron a la pubertad en edades promedio de 433, 411 y 388 días respectivamente y al momento de iniciar el servicio reproductivo los índices de preñez fueron de 50%, 86% y 87% respectivamente, lo que quiere decir que los animales que antes y después del destete reciben una dieta insuficiente no solo llegan más tarde a la pubertad sino que sus índices de preñez al primer servicio también son inferiores.
La edad y el peso a la pubertad son variables entre las diferentes razas y perfiles productivos. Al respecto, Lamond propone que las novillas deben alcanzar un
“peso blanco” a una edad determinada y ese peso blanco es diferente para cada raza aunque se pueden agrupar razas de acuerdo a su perfil productivo. Este concepto plantea que las razas de carne Bos taurus como Angus, Hereford, Charolais y demás, llegan a la pubertad al tener el 60% de su peso adulto. Las razas Bos taurus lecheras o de doble propósito deben llegar a la pubertad al alcanzar el 55% de su peso adulto mientras que las razas Bos indicus llegan a la pubertad mucho más tarde y cuando han alcanzado el 65% de su peso adulto. (Lea: Levante de vacas y toros, negocio para ganaderos fuertes)
Hagamos un ejercicio: una novilla Simmental debería tener un peso adulto de 520 kilos aproximadamente por lo que esperamos su pubertad cuando llegue a los 286 kilogramos (55 %) aproximadamente. Si esta ternera fue destetada a los 205 días con un peso de 210 kilogramos tenemos que a esta novilla aún le faltan 76 kilogramos para llegar a su “peso blanco” propuesto por Lamond. Si alimentamos correcta y balanceadamente a esta novilla y hacemos que gane 650 gramos diarios tenemos que esta novilla puede llegar a su “peso blanco” a los 116 días o 4 meses posdestete y eso sumado al tiempo antes del destete (205 días) nos da 321 días, 11 meses más o menos. ¿Será cierto? Posiblemente en nuestros medios tropicales con intervalos bruscos de oferta de forraje el panorama no sea tan alentador pero sí es cierto que podemos tener animales Bos taurus en pubertad a los 14 meses.
Sin embargo, esto no quiere decir que los animales deben ser llenados como sacos durante y después del destete. Todo lo contrario: las futuras novillas de reemplazo deben recibir una dieta acorde con sus necesidades y requerimientos pues la sobrealimentación es tan perjudicial como la subalimentación. La sobrealimentación que conlleva a la obesidad disminuye el índice de concepción, produce celos silenciosos y anestro, disminuye la supervivencia embrionaria, disminuye la producción de leche, la vida productiva de la vaca es más corta y sube los costos de producción.
Para lograr una alimentación balanceada hay que tener en cuenta varios aspectos. La energía es la primera consideración que hay que tener al balancear una dieta para ganado carne. Cuando la energía es limitada en la dieta las proteínas se utilizarán para obtener energía. Las proteínas en cambio no parecen tener mayor relevancia en las funciones reproductivas. Estas en cambio tienen mayor relevancia en la ganancia de peso.
Las vitaminas que tienen una mayor participación en la fisiología reproductiva del ganado de carne son la A, la D y la E. La vitamina D se encuentra en forrajes curados al sol como el heno y se puede sintetizar por exposición directa al sol; los forrajes verdes y frescos son ricos en vitaminas A y E pero estas se degradan facilmente cuando los forrajes son conservados. Dentro de los minerales quienes intervienen mayormente en la función reproductiva son: Ca, P, Cu, Co, Se, Mo, Mg y Zn.
El orden en que los escribo no tiene relación con su importancia. Estos minerales, empero, también deben estar en una concentración balanceada pues en menor cantidad o en exceso pueden presentarse deficiencias e intoxicaciones. Un exceso de Molibdeno, por ejemplo, hará que se presenten diarreas negras y al evaluar los ovarios los encontraremos muy pequeños y sin actividad. Sobra decir que dar sal blanca al ganado como fuente de minerales es un total y absoluto disparate. (Lea: Cuidar terneras asegura el futuro lácteo del país)
Cuando ya tenemos a nuestra novilla en la pubertad y la cargamos con una cría se nos presenta entonces el segundo reto: alimentar a la novilla para que cuando llegue el parto se encuentre en un 80-85% de su peso adulto. Una nutrición deficiente durante este periodo (pubertad – preñez – posparto) puede producir retraso del retorno a la actividad ovárica posparto, celos silenciosos, celos sin ovulaciones, ovulaciones tempranas o tardías bajo índice de concepción y mortalidad embrionaria entre otros.
Se sabe que una nutrición deficiente en energía durante la gestación, el parto y la lactancia repercute en periodos prolongados de anestro posparto. Toda vaca después del parto tiende a perder peso, es natural, pero se sabe que el anestro posparto es más prolongado en aquellos animales que llegaron al parto en una condición corporal baja o media-baja mientras que las vacas que llegan al parto en buena condición corporal presentan pocos problemas reproductivos debido a los cambios de peso del posparto.
En conclusión y para no extender tanto esta conversación debemos concluir varias cosas: 1. las crías no se pueden ir en la cantina de leche; 2. suplementar en tiempos de baja oferta de forraje no es un costo, es una inversión; 3. la mineralización de los animales no se formula de acuerdo al precio de las sales o las mezclas; 4. hacer análisis de suelos y bromatológicos no es un lujo de ganaderías élite: es una necesidad de la empresa ganadera y 5. ya no es tiempo de tener una cría cada 3 años, sacar 3 litros de leche por vaca y tener novillos en ceba durante 5 años.
Tomado de: http://jairoserrano.com/2009/09/edad-peso-y-pubertad/