modificación genética o clonación de plantas
Foto: agrozon.com.do

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No confunda clonación con modificación genética

Por CONtexto ganadero - 16 de Octubre 2024

En el contexto agrícola, es común escuchar términos como ‘clonación’ y ‘modificación genética’ sin saber exactamente a qué se refiere cada uno.


Al día de hoy es común mal interpretar o confundir estos dos términos. Si bien ambos conceptos están relacionados con la reproducción y mejora de plantas, se refieren a procesos completamente diferentes. (Lea en CONtexto ganadero: Con clones de plantas buscan asegurar la comida del futuro)

Para comprender estos conceptos, Ender Manuel Correa, investigador de Agrosavia, explica que la clonación de plantas es un proceso de reproducción asexual. Este método permite generar nuevas plantas que son genéticamente idénticas a la planta madre gracias a la totipotencia.

La totipotencia es la capacidad de las células vegetales para regenerar un individuo completo, replicando exactamente la información genética de la planta madre. Es decir, todas las características genéticas, como la resistencia a enfermedades o la producción de frutos, se mantienen sin alteraciones. Existen diversos métodos para clonar plantas en la agricultura, y cada uno se adapta a distintos tipos de cultivos y objetivos:

  • Esquejes: Consiste en cortar una parte de la planta madre, como el tallo, la hoja o la razón, y plantarla en un medio adecuado para que desarrolle raíces. Una vez que las raíces han crecido, el esqueje se trasplanta al campo, obteniendo una planta idéntica genéticamente a la madre.
  • Acodos: Esta técnica consiste en enterrar una parte del tallo de la planta madre mientras sigue unida a ella. Con el tiempo, esa parte del tallo desarrollará raíces, y cuando esto ocurra, se puede separar de la planta madre para plantarla de forma independiente.
  • División: Se utiliza principalmente en plantas perennes. Consiste en dividir la planta en varias secciones, asegurándose de que cada una tenga raíces y brotes, y luego replantarlas por separado.
  • Cultivos de tejidos: Implica cultivar células o tejidos vegetales en un medio nutritivo bajo condiciones controladas en laboratorio. A partir de pequeñas muestras, se pueden obtener miles de plantas genéticamente idénticas.
  • Bulbos y tubérculos: Esta forma de clonación es utilizada principalmente en cultivos agrícolas como el de la papa, ya que garantiza la replicación exacta de las características de la planta madre.
  • Injertos: Consiste en unir partes de dos plantas diferentes para que crezcan juntas como una sola. La planta receptora otorga al injerto resistencia a las condiciones del suelo y adaptación al entorno, mientras que la copa o yema propagada es la parte que produce los frutos o flores.

Para Correa es fundamental aclarar que la clonación de plantas mediante estos métodos de reproducción asexual no implica la modificación de su ADN. La clonación produce plantas que son genéticamente idénticas a la planta madre, manteniendo todas sus características, como la resistencia a enfermedades, el rendimiento en frutos o la adaptación al clima.

En cambio, la modificación genética implica la alteración deliberada del ADN de una planta para introducir nuevas características o mejorar ciertas cualidades. Este proceso se realiza mediante técnicas de ingeniería genética, que pueden incluir la inserción de genes de otras especies o la edición de genes existentes.

A diferencia de la clonación, la modificación genética permite crear plantas con nuevas características que no se encuentran en la naturaleza, como la resistencia a plagas o la tolerancia a herbicidas. (Lea en CONtexto ganadero: Clonar la palma de aceite, una alternativa de productividad)


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