Ganadería ambigable con el medio ambiente
Foto: Vladimir Sánchez.

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La ‘ecuación productiva' que busca hacer más rentable la ganadería

Por - 27 de Junio 2016


Aprovechar la luz solar, mejorar la fertilidad de los suelos, conservar las fuentes de agua y sumarle una mayor presencia de árboles son las alternativas necesarias para tener un sistema productivo eficiente y acorde con las tendencias mundiales.   El cambio climático en Colombia es evidente. Las temporadas secas y veraniegas son un recuerdo del ayer. En los últimos 6 años, el país ha vivido 2 intensos fenómenos de El Niño y La Niña, que dejaron un saldo lamentable para el sector ganadero, y han llevado a los productores a pensar en implementar sistemas productivos que se ajusten con las nuevas condiciones climatológicas. (Lea: 5 razones por las que la ganadería es benéfica para el medio ambiente)   Ante esa necesidad, son muchos los que han optado por apostarle a los sistemas silvopastoriles intensivos. Sin embargo, los árboles deben hacer parte de lo que Luz Mercedes Botero Arango, zootecnista y especialista en desarrollo rural, denominó como ‘ecuación productiva’, en donde además deben estar la luz, la fertilidad de la tierra, conservar las fuentes hídricas, pasturas nativas y bovinos adaptados a las condiciones de determinada región.   Árboles y sistemas silvopastoriles   De acuerdo con Botero Arango, los árboles no solo proveen sombra por reducir el calor corporal sino que también suministran nutrientes de calidad, especialmente proteína y nitrógeno no proteico que estimula a los microorganismos del rumen a degradar los forrajes fibrosos, mejorando la producción animal.   “Los sistemas silvopastoriles aumentan la biodiversidad de la fauna, fomentando especialmente la aparición de depredadores, especialmente los insectos y aves que atacan las plagas y ectoparásitos del ganado, haciendo el ecosistema menos susceptible, en comparación con el potrero en monocultivo”, agregó la especialista en desarrollo rural. (Lea: Los 3 ejes para desarrollar una ganadería ecológica eficiente)   La experta destacó el beneficio que implica para el ganadero la implementación de los árboles en los predios, pues aumenta y estabiliza la producción, pues ese incremento por unidad de área ha sido calculado entre un 40 y 60 %.   Agregó que las especies arbóreas son fijadoras de nitrógeno lo que abona el suelo y permite el crecimiento más fértil de los pastos. Además, son capaces de controlar la precipitación y la evotransporación, pues las hojas y ramas protegen la tierra y regulan la cantidad del recurso hídrico disponible para las pasturas, lo que brinda un importante plus para el clima de la zona en la que se encuentre el predio.   “Los árboles proporcionan frutos, madera y forraje. Adicional a eso, disminuyen la deshidratación de los pastos en el verano y actúan como cortinas rompevientos. No se puede olvidar que son generadores de sombra para los animales, lo que propicia un estado de tranquilidad, que favorece los procesos digestivos y reproductivos, especialmente en aquellos bovinos ubicados en trópico bajo”, amplió. (Lea: La ganadería no es el 'patito feo' del medio ambiente)   La importancia del agua   Frente al cuidado y uso del líquido vital, Rolando Barahona Rosales, docente de la Universidad Nacional sede Medellín y PhD en Agricultura de la Universidad de Reading en Inglaterra, recomendó acceder a praderas que sirven para recolectar agua y manejar el suelo para evitar que se compacte, lo cual se hace a través de la renovación de los pastos, logrando que las plantas se hidraten mejor por cuenta del agua que hay en el subsuelo y el establecimiento de sistemas silvopastoriles.   Destacó que todo lo anterior son medidas viables y óptimas que permiten preservar el líquido vital ante las constantes variaciones del clima que está viviendo actualmente el país.   El experto también manifestó que con la presencia de un árbol en este sistema de producción, el verde se mantiene por más tiempo, hay más biomasa, lo que lo convierte en una solución en aquellas regiones en donde los ganaderos se quejan por la falta del preciado líquido. Además, generan sombra y evitan la evapotranspiración. Es decir, gracias a un sistema silvopastoril, se conserva el agua.   “Tenemos que empezar a cosechar agua y las instituciones generadoras de conocimiento, deben trabajar en cómo se logra y cuál es el método que permite hacerlo. Yo recomiendo el establecimiento de los sistemas silvopastoriles. Allí encontramos árboles y estos tienen raíces profundas que pueden explorar más el suelo y sacan agua de donde el pasto no puede”, argumentó Barahona Rosales. (Lea: 3 consejos para hacer de la ganadería una actividad sostenible)   El udo de pastos nativos   Álvaro Ocampo Durán, miembro del grupo de Investigación de Sistemas sostenibles de producción con énfasis en palmas tropicales, de la Universidad de los Llanos, Unillanos, indicó que es vital conocer la oferta forrajera que se adapta a la dinámica del agua y los ecosistemas, bien sea en temporadas secas o húmedas favorables para la ganadería nacional.   “Esto sugiere que es fundamental que los predios pecuarios tengan diversidad de ecosistemas, pues de esta condición depende la sostenibilidad productiva de esta actividad económica”, señaló el investigador.   Sin embargo, uno de los problemas que enfrentan los predios es la poca oferta de pasturas nativas, comparados con las especies mejoradas, ya que estas pasturas están hechas y modificadas para lograr altos rendimientos en esa materia, mientras que en el caso de una especie originaria el crecimiento es mesurado. (Lea: Árboles, pasto y ganado, aliados del medio ambiente en 'La Carolina')   Ocampo Durán también aseguró que sería un error tratar de homogenizar la oferta forrajera con pastos introducidos, condición que eliminaría la diversa oferta natural y la calidad nutricional de la misma. Por esta razón, recordó a los productores que es necesario profundizar sobre el conocimiento de los pastos nativos de su zona, su dinámica productiva y la calidad alimenticia que propician a través del año para establecer manejos eficientes que permitan una mayor oferta de los forrajes.    Con este tipo de acciones, los productores pueden tener una producción no solo más amigable con el medio ambiente, sino adaptada a las nuevas condiciones climáticas del país, permitiendo mantener la productividad y eficiencia. 

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