¿Se repetirá la catástrofe de La Niña en Colombia?

Retrasos en las obras de mitigación y la posibilidad latente de que se presente dicha condición climatológica han generado mucha preocupación en el país. En las regiones afectadas por dicha situación en el pasado también hay quejas por la falta de prevención de desastres.   Un preocupante informe reveló el pasado lunes la Contraloría General de la República en el que dejó ver los atrasos y demoras en varios proyectos surgidos a raíz de la ‘Ola Invernal’ que golpeó al país entre 2010 y 2011. (Lea: Así se preparan algunos departamentos para enfrentar La Niña)   En el documento, la entidad hizo un análisis sobre lo que ha pasado con la reconstrucción de las zonas afectadas y los proyectos que se vienen adelantando, con una preocupante conclusión: "resulta evidente que todos los sectores y macroproyectos presentan retrasos en la ejecución de las obras y presupuestos respecto a lo programado en cada una de las vigencias".   Para la entidad, "la mayor probabilidad de ocurrencia del fenómeno de La Niña en el último trimestre del año pone en riesgo los recursos invertidos, y existe la posibilidad de que el número de damnificados siga en aumento, dependiendo del alcance que tengan las precipitaciones con base en los pronósticos recientes".   Ante esa alerta, CONtexto ganadero consultó en algunas de las zonas que otrora se vieron afectadas por el invierno de 2010 y 2011, en donde también dejaron ver su zozobra ante la posibilidad de que haya un fenómeno de tales magnitudes. (Lea: 4 pasos para realizar la transición de El Niño a La Niña)   Según los datos recogidos por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, los departamentos más afectadas por aquel temporal fueron Casanare (323 mil 037 hectáreas), Bolívar (319 mil 525), Córdoba (142 mil 691), Magdalena (134 mil 924) y Santander (99 mil 964).   En Magdalena, según Eduardo Pallares Santodomingo,coordinador de la Unidad Regional de Desarrollo Ganadero, URDG, del Fondo Nacional del Ganado, FNG, para dicho departamento, durante los últimos 4 años no se resolvió nada en materia de prevención en caso de que se presenten lluvias de tal magnitud en la zona.   “Es triste ver que no se aprovechó la temporada de extrema sequía para arreglar los caños y organizar las zonas sensibles en el departamento. Donde lleguen a venir las lluvias vamos a tener inundaciones superiores a las de 2010 y 2011, pueden afectar hasta 200 mil hectáreas”, argumentó. (Blog: Se acerca “La Niña”… Prepárese)   En tanto, Gustavo Bautista, reconocido ganadero de Santander, mostró su preocupación por lo que puede ocurrir en el río Lebrija, ya que a dicho afluente se le había asignado una partida presupuestal para construir un jarillón en una zona conocida como San Rafael, pero dicha obra no fue concluida y los recursos no aparecen para terminar la adecuación. Agregó que el caudal genera grandes daños y tiene la capacidad de inundar vastas extensiones de tierra.   “En el invierno anterior se murió una cantidad importante de ganado ahogado, varias veredas quedaron anegadas y los daños fueron cuantiosos. Tampoco vemos que desde la Corporación Autónoma Regional de Santander se estén tomando medidas de prevención y es claro que no podemos esperar a que se repitan las tragedias”, apuntó Bautista.   En días pasados, el personero de Gramalote, Gerardo Villamizar, dejó ver el malestar que hay en dicho municipio de Norte de Santander ante los atrasos de las obras propuestas por el Gobierno. Aseguró que hay mucha insatisfacción por parte de las víctimas de la falla geológica, pues muchos quieren volver cuanto antes a las casas prometidas, pero hasta ahora no ha sido posible que el proceso avance rápidamente como la gente desea. (Lea: Gobierno Santos vuelve a incumplirles a los gramaloteros)   “No se ha tenido en cuenta el sentir de la población. Su intención es que todos regresen al tiempo así como tuvieron que irse del viejo municipio. Además, si inicialmente solo vuelven 100 familias y siguen las obras se puede generar algún peligro, por eso el deseo es que el retorno sea masivo”, argumentó.   Según la Contraloría General de la República, 5 años después del fenómeno de La Niña, macroproyectos como el Canal del Dique, La Mojana y Gramalote, muestran notables rezagos en el avance físico de las obras y en su ejecución presupuestal.