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Productores de leche y carne afectados por cuenta de los intermediarios

Por - 09 de Febrero 2016

Para un pequeño ganadero es cada vez más difícil y costoso producir un litro de leche o un kilo de carne en Colombia. La falta de una política agropecuaria, la baja rentabilidad de la actividad, la libertad de la industria para fijar precios y los intermediarios, algunas de las amenazas que enfrentan.


Para un pequeño ganadero es cada vez más difícil y costoso producir un litro de leche o un kilo de carne en Colombia. La falta de una política agropecuaria, la baja rentabilidad de la actividad, la libertad de la industria para fijar precios y los intermediarios, algunas de las amenazas que enfrentan.   Los productores nacionales tienen que trabajar con la incertidumbre de no saber el precio al que la industria decidirá pagarle por la leche que produce o a la necesidad de vender a un bajo precio un animal o un kilo de carne por cuenta de la informalidad, el cambio climático, entre otros aspectos.   Los costos de producción son cada vez más altos y los ingresos por la actividad son cada vez más bajos, y al final del ejercicio los únicos que terminan ganando más dinero son los intermediarios, que son los que compran la leche o el ganado a precios bajos y transforman y venden el producto a un precio muy superior.   De acuerdo con Luis Alfredo Bohórquez, presidente de la Asociación Comunera de Ganados, Asocogan en Santander, Colombia es el único país donde se paga más por una botella de agua que por un litro de leche pura. (Lea: ¿Cuál es el precio por litro de leche que debería recibir el productor?)   “Los pequeños ganaderos estamos recibiendo entre $700 y $800 por litro de leche, y eso no alcanza a suplir todos los costos de producción, que son medicamentos, electricidad, maquinaria, gasolina, etc. La verdad es que si seguimos haciendo esta labor, es porque amamos la ganadería, pues de otra manera el negocio no es rentable. Necesitamos apoyo del Estado, que nos aprueben más proyectos y que por supuesto nos arreglen las vías para sacar nuestros productos”, aseveró Bohórquez.     A partir de que un estudio de Nielsen Company revelara que los colombianos consumen más leche UHT que pasteurizada, Oscar Cubillos Pedraza, coordinador de la Oficina de Planeación del Fondo Nacional del Ganado, FNG, explicó que en 2009 la leche UHT ya ocupaba el puesto número númer uno de preferencia en el país y fue en 2010 cuando comenzó el incremento significativo del producto en detrimento del líquido pasteurizado.   Pese a que Colombia no se encuentra en la lista de países desarrollados, la mayoría de sus habitantes con poder adquisitivo eligen el consumo de leche UHT, cuyo valor dobla el de una bolsa de leche pasteurizada, debido a que la primera tiene una duración de más de 4 meses y la segunda de no más de un mes sin refrigerar y a temperatura ambiente.   Los argumentos detrás del hecho, según el también economista, son el convencimiento que la industria nacional ha logrado generar con publicidad que cada vez más hogares elijan la leche UHT, una situación que favorece a las empresas procesadoras de lácteos que disminuyen así sus costos de producción y distribución diaria de leche pasteurizada a grandes superficies y mercados pequeños. (Lea: Comercializan leche UHT en Bolsa Pak a bajo precio)   De acuerdo a la zona del país y al valor al que los intermediarias adquieran el producto, los precios en los supermercados oscilan entre $2.900 y $3.400 por un litro o 1.1 litros, por ende los consumidores colombianos terminan pagando por un litro de leche, casi el doble de lo que pagan al productor.   Ganaderos de Guatavita, Cundinamarca, vendían en diciembre un litro de leche a $1.170, ya que tomaron la decisión de asociarse y crear la Cooperativa de Productores Lecheros de Guatavita, Coproleg, pues vivían sujetos a las decisiones que tomaban los intermediarios.   “Nosotros vimos la necesidad imperiosa de los campesinos que comercializaban su leche ante la problemática conocida de los intermediarios, que recogían la leche cuando querían y la pagaban cuando querían”, contó Hernando Báez, que funge como gerente de Coproleg.   En declaraciones al diario El Tiempo, Fuad Char, exsenador, empresario y fundador del Grupo Olímpica, explicó que los alimentos en las grandes superficies representan, como máximo, el 25 % de las ventas.   Acerca de los precios de la carne, sobre los que Iragorri dice que “un kilo vale $4.000 en la finca y $16 mil o más en el supermercado”, el empresario sostuvo que “el ministro no tiene ni idea de cómo se desarrolla el precio”.   “Con la carne, usted compra un novillo de 500 kilos, a 4.000 pesos el kilo. Cuando lo sacrifica, los 500 se convierten en 250 kilos de carne, y de esos el 60 % es carne y el resto, costillas y huesos, de tal suerte que nosotros vendemos la carne de primera a $12 mil el kilo; la costilla, a $6.000 (...). Eso, en promedio, vendemos ese animal en $9.800 el kilo”, explicó Char al diario. (Lea: ¿Conoce su costo de producción por kilo de carne en pie?)   Los ganaderos de leche o carne venden lo que producen a un precio muy bajo y dejan de percibir ganancias que podrían obtener si ellos mismos elaboraran o transformaran los productos. Es vital que los pequeños ganaderos pongan en práctica el tema de la asociatividad para evitar desaparecer y se requieren políticas públicas agropecuarias que brinden apoyo y respaldo al sector.

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