Hematófagos, ¿un problema para la ganadería del Valle?

Con mordiscos en cuello, lomo, cola y barriga en rumiantes, estos animales voladores pueden perjudicar la productividad y rentabilidad de un predio. Conozca por qué y cómo actuar.   De acuerdo con un estudio realizado por Fernando Castro, doctor en en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional y quien cursa un posdoctorado sobre el vampiro hematófago en Brasil, en las ganaderías bovinas de los municipios de Zarzal, La Victoria, Obando, Cartago y El Águila, en el Valle del Cauca, se advirtió que el murciélago ataca diariamente a 20 reses.   Pero, ¿qué tanto afecta esta especie de murciélagos al ganado con sus mordeduras? De acuerdo con el investigador, las roeduras generan una serie de enfermedades que bajan la producción lechera y pueden ocasionar la muerte del animal, lo que desencadena en pérdidas económicas en la explotación bovina. (Lea: ICA le recomienda a los ganaderos vacunar contra la rabia silvestre)   “Las razas bovinas más afectadas en el departamento del Valle del Cauca fueron cebuinos, con 40 ataques; mestizos, con 30; cruzados, con 20; y europeos con 10 mordeduras. La inclinación de ataque es por animales con menos de un año de edad y las partes del semoviente que más ataca son cuello, lomo, cola y barriga”, apuntó Castro en su investigación.   En el estudio, el profesional en Sanidad Animal del Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, estimó que el impacto económico por pérdidas en el ganado a nivel nacional es notorio, debido al incremento en  la presentación de focos de rabia silvestre, los cuales van de 42 casos, en 2001; a 194, en 2013. (Lea: Reaparición de murciélagos hematófagos preocupa Amazonas)   “Esto causa la muerte de animales y bajas en la producción de leche por mastitis, lo cual genera gastos por la compra de medicamentos como vacunas, antibióticos y vitaminas”, finalizó Fernando Castro.   Frente a esto, Hernán Zapata Mejía, profesional en Gestión Productiva y Salud Animal de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, y el Fondo Nacional del Ganado, FNG, explicó que ante la falta de información de este murciélago hematófago, los productores no diferencian los refugios de estos animales y queman todo, aplicando productos químicos, los cuales generan daños en el ecosistema.   “Por eso es elemental usar un repelente en las reses para que los murciélagos dejen de morderlos, pues los problemas de anemia y desnutrición pueden llegar a ser graves. Una solución sencilla, práctica y económica es coger vaselina, mezclarla con un matagusano en polvo y untárselo al semoviente”, puntualizó Zapata Mejía. (Lea: Rabia bovina pone en alerta a predios del sur de Bolívar)   De igual forma, evidenció que el uso de cercas vivas en los potreros puede servir para que los murciélagos hematófagos vean en ellos una barrera y no pasen hacia el potrero, guareciendo así a los animales.