Ganadero de Córdoba ha logrado conservar pastos a pesar de sequía

Mientras que la mayoría de predios en Valencia sufren por la escasez de pastos, la finca La Ceibita de José González Artega ha mantenido un nivel de forraje óptimo gracias a la rotación de potreros y a evitar la sobrecarga de animales.   El propietario explicó que la finca tradicionalmente estaba destinada a la agricultura y que hasta hace un año reemplazaron el cultivo de papaya por pastos estrella africana mejorada.   “Establecimos pocos terneros, 8 en total, para que vayan comiendo pasto. No se le puso mucha carga y por eso yo creo que las pasturas están así, porque no han tenido demasiados animales. Fuera de eso dividimos el terreno en potreros de media hectárea y vamos rotando el ganado para no maltratar el pasto”, explicó González.   La rotación se empezó a implementar desde hace 6 meses, acompañada con un manejo orgánico de los potreros. Se recuperaron los árboles que estaban sembrados, como el guácimo. (Lea: Las leyes Voisin mejoran la ganadería en todo el mundo)   Escuche a José González, propietario de La Ceibita

De un total de 30 hectáreas, decidieron destinar 6 para la ganadería de levante. Dividieron los potreros, y dispusieron que solo 2 o 3 terneros pastaran por hectárea. Con este sistema, los animales alcanzaron a ganar hasta 800 gramos diarios, para llevarlos de 200 kilos a 300 o 320.   “Nosotros implementamos este sistema de forma paulatina. Así como se iba desocupando la tierra en agricultura, se iban reemplazando los cultivos de papaya por pastos destinados para la ganadería”, agregó. (Lea: Sembrar semillas de pasturas para el ganado, todo un cuento)   Este cambio permitió que el pasto creciera de mejor forma, porque la tierra no estaba compactada. Si el forraje se conserva de esa forma, González señaló que aumentará la carga este año, para llegar a tener entre 5 y 6 bovinos por hectárea.   “Antes no se tenía tanta carga porque el pasto estaba joven. Ahora está más madurado, ha germinado, el ganado lo ha pisado, está más establecido en la tierra. Entonces resistirá más cuando se incremente el número de animales”, indicó González.   El objetivo final que se ha trazado el propietario de La Ceibita es establecer un sistema de pastoreo racional voisin, con el que evitaran que la tierra se compacte y mejorarán el rebrote.   Además, quieren ampliar la extensión a 9 hectáreas de pastos estrella africana. Las semillas las obtendrán de otras 2 destinadas únicamente para tal fin.   Aunque parezca mentira, González Artega aseguró que aún no cuentan con sistema de riego para los prados, sino que solo aprovechan las pocas lluvias que caen en la zona.   Otra cosa sucede con los predios vecinos. Luis Arturo Silgado, profesional en Valencia de Gestión Productiva y Salud Animal del Fondo Nacional del Ganado, FNG, se mostró sorprendido por la diferencia entre una finca y otra.   “Parece increíble. Una de las fincas está sobrepastoreada, y en la otra establecieron pasto estrella el año pasado, mecanizaron la tierra de un antiguo cultivo de papaya y le hacen fertilización periódica”, manifestó. (Lea: 6 puntos a evaluar a la hora de sembrar pasto para el ganado)   Según él, los predios áridos se encuentran en veredas como las de Jaraguay, en zona de ladera, o cerca del casco urbano. Como se observa, el paisaje es desolador en estos predios donde el forraje prácticamente no existe.   “En estas fincas del casco urbano, el pasto está estancando por la falta de lluvias. Hemos notado un porcentaje alto de afectación, casi el 80 % de la tierra está seca. Cuando los pastos no tienen humedad, no crecen, sobre todo cuando están en tierra de ladera. Es muy raro ver pasto verde en estas zonas, así como uno lo ve en la finca La Ceibita”, añadió.   Por su parte, el propietario de este predio agradeció la capacitación y la asistencia técnica que le ha brindado el profesional del FNG, que los ha ayudado para implementar tecnologías y mejorar la producción. (Informe: La importancia de la asistencia técnica integral en predios ganaderos)