Esta es la radiografía de la crudeza del verano que ha impactado al Cesar

El departamento del Cesar es conocido por su diversidad climática y su importancia agrícola. Recientemente, se ha observado un contraste marcado en las condiciones meteorológicas entre el sur y el norte/centro de la región.

Eudes Antonio Garzón, médico veterinario zootecnista y profesional de Fedegán-FNG de la región de La Guajira y Cesar, explica que “si bien es cierto hace unos meses había una crisis veranera en los municipios de Gamarra, Aguachica, San Alberto y San Martín, hoy la situación ha cambiado porque se han presentado lluvias aisladas que han permitido que los pastos reverdezcan en el sur de este departamento”. (Lea en CONtexto ganadero: ¡Abril vibrante para el sector ganadero! Estos serán los eventos para el cuarto mes de 2024)

Estas lluvias han sido recibidas con alivio y esperanza, pues esta área ha experimentado un periodo prolongado de sequía que había afectado severamente la producción agrícola y el suministro de agua en el campo. Sin embargo, las recientes precipitaciones han generado un respiro para los agricultores y ganaderos, permitiéndoles reactivar sus actividades y recuperar parte del terreno perdido durante la sequía.

“Zonas como Pelaya, Chiriguaná, Pailitas, que hacen parte del centro del Cesar, se han mantenido con afectaciones por el verano, pero en menor medida, lo que puede significar que el momento crítico de la sequía en el centro y sur del Cesar se ha superado”, describe Garzón.

Sin embargo, este panorama esperanzador contrasta fuertemente con la situación en el norte y centro del departamento del Cesar, pues en estas áreas, la sequía persiste de manera intensa, agravando los problemas existentes y generando nuevas preocupaciones.

“Desde el cordón minero hacia el norte, del cual hacen parte los municipios de La Jagua, Becerril, Codazzi, El Paso, Astrea, Chimichagua, El Copey e incluso Valledupar, la situación es realmente grave porque continúan con la temporada seca, pues las lluvias han sido escasas, por no decir que nulas”, expone Garzón.

La falta de lluvias ha provocado una disminución drástica en los niveles de los ríos y demás fuentes de agua. Además, hay una escasez de forraje para los bovinos, lo cual implica una inversión extra por parte de los ganaderos.

De acuerdo a Garzón, “hay una escasez de presupuesto de alimento para el verano, pues para esta época ya tendría que estar lloviendo por los registros históricos. Pero infortunadamente las lluvias no nos han acompaño y el verano se ha extendido”. (Lea en CONtexto ganadero: ¡Abril vibrante para el sector ganadero! Estos serán los eventos para el cuarto mes de 2024)

Existen municipios en el norte del Cesar en los cuales se han presentado incendios en los pastizales y en zonas intermedias (entre bosques y pastizales), que son de especial cuidado porque son corredores ambientales. Esta falta de precipitaciones y aumento de los incendios, aumenta la degradación del suelo y se amenaza la biodiversidad y la salud del ecosistema.