El Quimbo, un proyecto que genera molestias en Huila

En la madrugada de ayer empezó el llenado de la represa, proyecto que ha estado lleno de polémicas e incertidumbres en la zona ante los diversos inconvenientes judiciales y ambientales que ha suscitado. La iniciativa generó una disminución de 16 mil bovinos en la región de influencia.   Uno de los proyectos más polémicos que se han venido adelantando en el Huila dio inicio a su fase de llenado. Se trata de la represa de El Quimbo, iniciativa que viene siendo liderada por la Multinacional Emgesa y la cual le apunta a generar 2.216 gigavatios de energía al año durante su funcionamiento. (Lea: ¿Los últimos días de riqueza hídrica en Colombia?)   La represa ha generado múltiples molestias en el centro del departamento, debido a que para quienes residen en la zona de influencia el desarrollo de la hidroeléctrica ha causado graves daños al desarrollo económico. Incluso, muchos de los que no cedieron ante las presiones de vender los predios han sido intimidados.   Así lo confirman las diversas denuncias divulgadas por la Asociación de Afectados por el Proyecto Hidroeléctrico El Quimbo, Asoquimbo, quienes han dado a conocer a través de su página web algunas de las presiones a las que han sido sometidos aquellos inconformes con el proyecto.   El caso más reciente se dio el pasado 27 de junio, según el documento, día en el que un grupo de personas de la empresa “Bautista y Bautista”, contratista de Emgesa, llegó  hasta la vereda San José de Belén con el propósito de iniciar el desmonte y traslado de la cruz de remate del campanario, campana, pisos de baldosín, retablo o un fragmento del muro en tapia pisada de la Capilla capilla de la población, ubicada en el municipio del Agrado. (Lea: Minagricultura destinará $8.000 millones para ampliar represa en Boyacá)   “Afectados por el Quimbo de la zona informaron que ‘Bautista y Bautista’, antes de proceder, esperaban la presencia de miembros de la comunidad a quienes habían presionado días antes para la firma de un Acta ‘autorizando’ el traslado de los bienes muebles y la construcción de una nueva capilla a cambio de garantizarles unos predios adicionales al reasentamiento la Galda”, sostiene el documento.   Sin embargo, ninguna de las personas que firmaron ducho documento se hizo presente, debido a que en su mayoría retractaron sus firmas exigiéndole a Emgesa el cumplimiento de todas las condiciones establecidas en la Licencia Ambiental al conocer que la Resolución 0899 del 15 de mayo de 2009.   Luis Eduardo Martínez, presidente (e) del Concejo Gremial de Garzón, aseguró que el proyecto ha generado mucha inconformidad entre quienes residen en las zonas aledañas, debido a que la Multinacional Emgesa prometió una serie de compensaciones para resarcir los daños causados por la construcción de la represa, pero hasta ahora no se han visto los pagos.   “Ellos parecen como los políticos en campaña, muchas promesas, pero al final no han cumplido. Sé que hay unos abogados buscando que la empresa les cumpla a quienes se han visto afectados con la hidroeléctrica, pero ese proceso está en trámite. Ellos lo único que hicieron fue pagar bien las tierras que tuvieron que comprar”, contó Martínez. (Lea: La Guajira deberá esperar 18 meses más para ver funcionar represa)

En días pasados, Luceni Muñoz, directora ejecutiva del Comité de Ganaderos del Huila, sostuvo en un diario regional que como consecuencia de la construcción de la hidroeléctrica El Quimbo, el sector ganadero ha disminuido su inventario en cerca de 16 mil 500 bovinos en los últimos 4 años. Esto se ha evidenciado principalmente en los municipios de la zona de influencia.   “La realidad no se puede dimensionar en que los predios aumentaron, porque realmente se dio cumplimiento a una normatividad sanitaria. Es evidente que al desaparecer más de 16 mil bovinos en la región de influencia se genera una disminución en la producción de leche, de carne y se deja de garantizar en la región una dinámica comercial para otros productores”, reseñó.   Otros rubros de la economía huilense como la piscícola han dejado ver su inconformidad por el proyecto, debido a que su actividad depende de la represa de Betania y podría verse afectada. (Lea: Represa de Ranchería, una historia sin final feliz)